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A estas alturas de noviembre aún las autoridades de La Habana no se han pronunciado acerca de si habrá carnavales, después de sucesos que han puesto de cabeza la vida de sus habitantes.
Aunque en octubre la prensa estatal anunció con bombo y platillos la celebración del evento en el centro histórico de La Habana Vieja, la situación ha empeorado con el paso del huracán Rafael y el agravamiento de la crisis energética.
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Seis días después del paso del huracán, que dejó numerosos destrozos, todavía hay zonas en la ciudad que continúan a oscuras.
Según informó en Facebook la Empresa Eléctrica, en estos momentos tiene luz el 91.45% de los clientes, y se sigue trabajando para restablecer el servicio en todos los circuitos.
Además, el país entero se ha enfrentado a dos apagones generales durante varios días.
A pesar de ello, no ha habido ningún pronunciamiento oficial acerca de si se mantienen los carnavales o se cancelan, una medida que el régimen ha tomado en ocasiones anteriores.
En la fecha en que se anunciaron los carnavales, la Unión Eléctrica adoptó varias medidas por la emergencia electroenergética y suspendió todos los servicios no vitales que generan gastos de energía, incluidas las actividades culturales del sector estatal y no estatal.
Apenas cuatro días después, el Ministerio de Energía y Minas informó de la desconexión total del Sistema Electroenergético Nacional (SEN), es decir, apagón total, tras salir de servicio la termoeléctrica Guiteras. Hubo que esperar cuatro días para que se lograra la sincronización del SEN desde el colapso.
En 2022, el gobierno anunció la suspensión de las fiestas debido a la "contingencia energética y de transporte" en el país.
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