Una doctora de Sancti Spíritus expresó este martes su indignación en redes sociales al relatar la imposibilidad de adquirir una lata de leche en polvo para su hija, cuyo precio en el mercado negro equivale a dos meses de su salario mientras está de licencia por maternidad.
Danielly Aróstica compartió en Facebook su testimonio poniendo en evidencia la crisis económica y la precariedad de las condiciones de vida en la isla, especialmente para los profesionales de la salud.
“Yo, médico cubano con un salario básico de 5 mil pesos cubanos, y actualmente con 3,400 pesos por estar de licencia de maternidad, necesito dos meses de trabajo para comprarle a mi hija una lata de leche en el mercado negro. Una lata que no dura ni un mes si toma dos vasos diarios de 8 onzas”, denunció.
La doctora explicó que, aunque su hija tenía asignada una dieta especial de dos bolsas de leche entera en polvo al mes, esta fue sustituida por un litro de leche líquida esporádico, muchas veces en mal estado.
“Los de arriba decidieron que era mucho”, señaló con frustración, aludiendo a la falta de interés de las autoridades por garantizar los alimentos necesarios para los más vulnerables.
“Solo a mí y a nuestra familia, y amigos que han hecho lo imposible por tratar que no le falte, nos importa”, señaló la madre, culpando al régimen de la falta de leche de su pequeña.
El caso de su hija es especialmente crítico debido a su delicado estado de salud, ya que padece enfermedad renal poliquística autosómica recesiva, hipertensión arterial secundaria con hipertrofia ventricular izquierda, hipertensión portal, varices esofágicas, gastritis eritemato-hemorrágica, esplenomegalia severa, déficit severo de hierro, cirrosis hepática, shunts esplenorrenales, asma bronquial y dermatitis atópica.
“Vivimos en un país donde no valemos nada, donde no somos nadie porque no tengo el dinero para comprar lo que vale para este país su vida”, afirmó.
Además de los alimentos básicos, la familia enfrenta gastos mensuales elevados en medicamentos y traslados a hospitales, que desmontan la narrativa oficial de que la atención médica y los medicamentos son gratuitos en Cuba.
La doctora concluyó su denuncia resaltando la deshumanización de un sistema que ignora las necesidades básicas de los ciudadanos y la vida misma: “Tuvimos la desgracia de vivir en un país donde no valemos nada”.
Su testimonio refleja la desesperación de miles de cubanos que enfrentan diariamente una economía colapsada y un sistema incapaz de satisfacer sus necesidades más fundamentales.
La penuria y escasez que golpea a los cubanos afecta de manera particularmente cruel a los niños, especialmente a aquellos que enfrentan enfermedades.
Por ejemplo, el Gobierno de Santiago de Cuba anunció este lunes que no cuenta con inventario suficiente de leche en polvo para cubrir las necesidades de los niños de entre 2 y 6 años, una situación que agrava la ya crítica escasez de alimentos en la provincia.
Según la información divulgada por la Empresa Lácteos Santiago de Cuba en Facebook, la distribución actual se limita a niños menores de un año, quienes recibirán un suplemento de 10 días adicionales de leche, completando 20 días en total durante el mes de noviembre.
En octubre, más de 11,200 niños de la provincia de Matanzas estuvieron privados de tomar leche en la última semana, debido al apagón que mantuvo a toda Cuba sin electricidad durante cinco días, según fuentes oficiales.
El colapso del sistema eléctrico nacional imposibilitó la distribución de leche en la provincia occidental, al impedir que el alimento pudiera ser refrigerado antes de su procesamiento industrial, revelaron autoridades este miércoles.
Sin embargo, el problema es viejo y además encuentra soluciones rocambolescas.
En febrero, las autoridades de Ciego de Ávila anunciaron que los niños de tres y hasta siete años, y aquellos con enfermedades crónicas que necesitan una dieta especial, recibirán solo medio litro de leche y una cantidad de refresco instantáneo vitaminado debido a la falta de la leche en polvo.
En agosto, un grupo de madres cubanas denunció con gran indignación que la leche de los niños no había sido distribuida en las bodegas de La Habana a pesar de que ya se está terminando el mes.
"Hoy es 22 de agosto y en mi bodega en el Cerro en todo este mes solo han llegado 700 gramos de leche por niños mayores de tres años", dijo una mujer en el grupo de Facebook "Madres cubanas por un mundo mejor".
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