Cuba proyecta un 1% de crecimiento del PIB en 2025 a pesar de la crisis económica

El régimen asegura que el crecimiento del 1% del PIB en 2025 dependerá de la recuperación turística, las exportaciones y mejoras energéticas, pese a una economía marcada por crisis y retrocesos.

Cuba (Imagen de referencia) © CiberCuba
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El gobierno cubano anunció este lunes una proyección de crecimiento económico del 1% para el año 2025, según informó el ministro de Economía y Planificación, Joaquín Alonso Vázquez, durante una sesión de la Asamblea Nacional.

Esta meta, que a simple vista podría parecer modesta, se plantea en un contexto marcado por una profunda crisis económica que ha golpeado todos los sectores productivos y afectado gravemente la calidad de vida de la población.


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El ministro explicó que esta previsión de crecimiento se fundamenta en la supuesta recuperación del turismo, el aumento de ingresos por exportaciones y la reactivación de actividades productivas e industriales, junto con la estabilización del Sistema Electroenergético Nacional (SEN), reportó el oficialista Cubadebate.

No obstante, el panorama actual dista mucho de ser optimista, y los indicadores económicos más recientes generan dudas sobre la viabilidad de esta proyección.

Durante 2024, la economía cubana enfrentó severos retrocesos pues sectores clave como la agroindustria y la construcción no lograron cumplir sus metas: la producción de acero fue nula, el cemento alcanzó apenas el 43,2% de lo planificado, y la madera solo llegó al 17,6%.

La producción agropecuaria tampoco fue capaz de satisfacer la demanda, con déficit pronunciados en viandas, carnes y hortalizas, mientras que la zafra azucarera, históricamente un sector crucial, volvió a fracasar, dejando al país sin una de sus principales fuentes de exportación.

El déficit en la capacidad de generación eléctrica y la escasez de combustibles agravaron aún más la crisis, impactando no solo en la producción industrial, sino también en el día a día de la población, que sufrió apagones prolongados y recurrentes.

Esto se suma a un alto endeudamiento externo y la falta de divisas, que han restringido las importaciones de alimentos, medicamentos y otros insumos esenciales, dejando al país con un abastecimiento crítico.

El gobierno también reconoció que las exportaciones estuvieron por debajo de lo esperado en 2024, los bienes solo alcanzaron el 92,5% de lo planificado, mientras que los servicios lograron el 101,6%, impulsados principalmente por la exportación de servicios médicos, dado que el turismo, lejos de recuperarse, siguió en caída.

En total, los ingresos proyectados para el año quedaron 900 millones de dólares por debajo de lo previsto, agudizando los desequilibrios macroeconómicos.

A pesar de este escenario adverso, el régimen confía en que la recuperación del turismo y el aumento de las exportaciones de servicios basados en el conocimiento puedan revertir la situación.

También apuesta por un incremento en las producciones agropecuarias y una estabilización del SEN, con una mayor participación de fuentes renovables de energía.

Sin embargo, estas promesas de mejora chocan con la realidad de un sistema productivo obsoleto, la falta de inversión extranjera significativa y el descontento generalizado de la población ante la inflación y el desabastecimiento.

La inflación, aunque el gobierno asegura que se desacelerará a niveles de entre el 25% y el 30%, sigue siendo un factor devastador para la economía doméstica.

Los precios en los mercados formales e informales continúan siendo inalcanzables para la mayoría de los cubanos, mientras el salario real se devalúa frente a la escalada de costos básicos.

Aunque el ministro aseguró que las proyecciones del gobierno incluyen medidas para reducir el déficit, incrementar ingresos externos y promover la inversión extranjera directa, la falta de recursos materiales y financieros sigue siendo una barrera insalvable.

La promesa de generar un crecimiento del 1% del PIB para 2025 parece, en este contexto, más una aspiración que una meta realista, especialmente considerando que muchos de los problemas estructurales de la economía cubana permanecen sin solución.

En un país donde la producción agroindustrial se desploma, la generación eléctrica es insuficiente y los ingresos por exportaciones disminuyen, las bases para sostener un crecimiento económico, por modesto que sea, parecen frágiles y poco concretas.

Mientras tanto, la población continúa enfrentando un día a día marcado por la precariedad, la falta de alimentos y la incertidumbre sobre el futuro.

En 2023, la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) pronosticó que la economía cubana continuará enfrentando serios desafíos en los próximos años.

En su informe, el organismo indicó que el Producto Interno Bruto (PIB) real de Cuba creció un 2% en 2022, mejorando levemente frente al 1.3% registrado en 2021, a pesar de las afectaciones provocadas por el azote de huracanes.

Sin embargo, para 2023 se proyectó un crecimiento más limitado del 1.8%, mientras que en 2024 se espera un ligero retroceso al 1.7%, lo que apuntaba a tres años consecutivos de crecimiento casi nulo. No obstante, la realidad superó los pronósticos, con un crecimiento de tan solo el 1%.

Preguntas Frecuentes sobre la Economía Cubana y sus Desafíos

¿Por qué el crecimiento económico de Cuba es tan bajo?

El crecimiento económico de Cuba es bajo debido a una combinación de factores internos y externos. Internamente, el país enfrenta una crisis estructural con un sistema productivo obsoleto, falta de inversión extranjera significativa y problemas de gestión económica. Externamente, el embargo estadounidense y la volatilidad en los mercados internacionales agravan la situación. La economía cubana también sufre de escasez de recursos, alta inflación y un déficit fiscal significativo.

¿Cómo afecta la crisis energética a la economía y la vida diaria en Cuba?

La crisis energética en Cuba afecta gravemente tanto la economía como la vida diaria de los ciudadanos. La falta de combustible y la infraestructura eléctrica deteriorada han resultado en apagones prolongados, que impactan la producción industrial y la calidad de vida de la población. Los apagones también afectan servicios esenciales como la salud y la educación, además de limitar el acceso a alimentos y otros bienes básicos.

¿Cuál es el estado del sector agropecuario en Cuba?

El sector agropecuario en Cuba enfrenta serias dificultades, incluyendo la falta de insumos, combustibles y tecnología adecuada. Esto ha llevado a un incumplimiento de los planes de producción en alimentos básicos como carne, leche y huevos. La deuda del gobierno con los campesinos y la mala gestión también agravan la situación, limitando el crecimiento del sector y empeorando la seguridad alimentaria del país.

¿Qué medidas ha propuesto el gobierno cubano para mejorar la economía?

El gobierno cubano ha propuesto medidas como fortalecer la producción nacional, modernizar el sistema empresarial y mejorar la gestión económica en los municipios. Sin embargo, estas medidas han tenido un impacto limitado hasta ahora, y el descontento social sigue creciendo debido a la falta de soluciones efectivas. La inflación y la escasez de productos básicos continúan siendo problemas críticos para la población.

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