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Este 24 de diciembre, en la celebración de la Nochebuena y víspera de Navidad, muchos cubanos se enfrentan a desafíos para preparar una cena tradicional, marcados no solo por los altos precios de los alimentos, sino también por la separación familiar que afecta a miles de hogares.
Sobre el tema de los altos precios de los alimentos, Elizabeth González Aznar denunció este martes en Facebook la especulación de los vendedores en San Agustín, La Lisa, en la capital cubana, durante esta fecha.
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“Ahora mismo en calle 240 y 31, San Agustín, Lisa, los vendedores descarados se aparecen hoy, aprovechando que el pueblo está en busca de cositas para la Nochebuena y todos con los precios disparados”, escribió.
González enumeró algunos de los precios exorbitantes: el tomate a 500 pesos la libra, el ají cachucha a 200, plátano macho a 60 cada uno, la col a 400 y el ají pimiento a 400 pesos.
Además, denunció que muchos productos habían subido entre 100 y 200 pesos con respecto al día anterior, aprovechándose de la necesidad de la población.
“¿Cuál es el abuso? ¿A dónde vamos a llegar, el Estado con su inamovilidad y los revendedores descarados con sus precios, y el pueblo, como una croqueta en un pan, aplastado? ¡Basta ya!”, añadió.
Por otro lado, criticó el acumulamiento de basura en la zona debido a la falta de recogida durante cinco días consecutivos: “San Agustín lleno de basura nuevamente por todos lados. ¿No tenemos derecho a vivir al menos en fin de año como personas? ¿Dónde está comunales?”.
El mercado agropecuario capitalino de 9na y F publicó este martes, a través de su perfil de Facebook, una lista de precios que no pasa desapercibida por su exorbitante costo, especialmente en la carnicería "El Pollito".
El jamón viking especial a 500 pesos la libra, el chorizo súper especial a 420, y la mantequilla al mismo precio compiten en costos con la pierna de cerdo importada deshuesada, que alcanza los 1000 pesos la libra.
Incluso el lomo ahumado llega a los 1100 pesos la libra, mientras productos más básicos como las croquetas (140 pesos el paquete de 10 unidades) y las hamburguesas a 60 pesos cada una también elevan los gastos de las familias.
En otra publicación, el mercado informó los precios de los productos agropecuarios disponibles en sus tarimas, con precios que también reflejan el alto costo de los alimentos en la capital.
Entre los productos destacan la yuca a 30 pesos la libra, la le chuga y la acelga a 120 pesos la libra cada una, la col a 120 pesos por unidad, el perejil a 150 pesos el mazo, y el pimiento a 280 pesos la libra.
El mercado invitó a los clientes con un mensaje que contrasta con la realidad de los precios: “Buenos días familia de barrio, nuestro mercado, su favorito, les ofrece estos productos. ¡Esperamos su visita!”.
Un análisis publicado por la organización independiente Food Monitor Program (FMP) reveló que en Cuba, la Nochebuena, una fecha tradicionalmente asociada con la paz, la armonía y el tiempo en familia, está marcada por profundas dificultades económicas.
Según el informe, la crisis multifactorial que atraviesa el país, caracterizada por inseguridad alimentaria, hídrica, energética y médica, se agrava con medidas recientes anunciadas por el gobierno, como el aumento de precios en servicios básicos, la eliminación de subsidios y una dolarización parcial de la economía.
Esto ha hecho que una cena navideña para una familia de cuatro personas ascienda a unos 8,200 pesos cubanos, equivalente a casi dos salarios promedio o cuatro veces el salario básico.
Los precios estimados por FMP, basados en mercados de La Habana y Cienfuegos, incluyen alimentos como una libra de arroz (300 CUP), frijoles (500 CUP), carne de cerdo (1000 CUP), y una botella de vino tinto o sidra (1800 CUP).
Estos costos evidencian la dificultad para acceder a una cena convencional, especialmente para jubilados, cuya pensión mínima de 1,528 pesos cubanos apenas permite adquirir una libra de dos o tres de estos productos al mes.
El informe también recuerda que el derecho a la alimentación incluye acceso a alimentos saludables y asequibles, una condición que está lejos de alcanzarse en la Cuba actual, donde el costo de la Nochebuena se ha convertido en un sueño inalcanzable para la mayoría.
Tanto el informe de Food Monitor Program como la denuncia de la habanera González revelan que, en Cuba, acceder a productos alimenticios para la Nochebuena ha dejado de ser un lujo para convertirse en un privilegio al alcance de muy pocos.
Preguntas frecuentes sobre la inflación y precios en Cuba durante las festividades de Nochebuena
¿Cuáles son los precios de algunos alimentos básicos en Cuba durante la Nochebuena?
En Cuba, durante la Nochebuena, los precios de alimentos básicos han alcanzado cifras exorbitantes. Por ejemplo, el tomate se vende a 500 pesos la libra, el plátano macho a 60 pesos cada uno, y la carne de cerdo importada deshuesada alcanza los 1,000 pesos la libra. Estos precios son inalcanzables para la mayoría de las familias cubanas.
¿Cómo afecta la inflación a la celebración de la Nochebuena en Cuba?
La inflación en Cuba ha hecho que preparar una cena tradicional de Nochebuena sea un desafío económico para muchas familias. El costo de una cena navideña para cuatro personas puede ascender a unos 8,200 pesos cubanos, lo que equivale a casi dos salarios promedio, haciendo que una celebración tradicional sea un lujo inalcanzable para la mayoría.
¿Qué medidas ha tomado el gobierno cubano para enfrentar la inflación y los altos precios?
El gobierno cubano ha implementado topes de precios para ciertos productos básicos de alta demanda. Sin embargo, estas medidas no han logrado mitigar efectivamente la inflación, y los precios en las tiendas estatales a menudo no reflejan los topes establecidos, generando desconfianza entre la población.
¿Por qué los productos básicos son tan costosos en Cuba?
La combinación de inflación galopante, escasez de productos y materias primas ha incrementado significativamente los precios de productos básicos en Cuba. Esto se debe a la ineficacia de las medidas gubernamentales para controlar la inflación, agravada por la eliminación de subsidios y una dolarización parcial de la economía.
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