- 250 gramos de calabaza
- 1 cebolla
- Sal y pimienta al gusto
- 3 dientes de ajo
- Tomates cherry o tomates cortados en dados
- 3 cucharadas de aceite de girasol o aceite de oliva
Lave la calabaza y córtela del modo que usted prefiera. Lo más elegante suele ser en ruedas de 2 cm de grosor, o en dados, cuidando que sean de similar tamaño.
Precaliente el horno a 220ºC (428ºF).
Unte la bandeja del horno con aceite y coloque los trozos de calabaza. Salpimiente y añada la cebolla cortada en juliana fina.
Puede dejar un par de cucharaditas de aceite para rociar los trozos de calabaza ligeramente. Agregue además algunos dientes de ajo enteros y si lo desea puede poner tomates cherry o tomate cortado.
Hornee por 30 minutos a 220ºC. Verifique que la calabaza esté blanda antes de retirarla del horno.
Esta cocción permite obtener una textura más al dente. La calabaza se mantiene jugosa y sin esa sensación “aguachenta” de cuando se hierve. Cuando esté blanda al punto de su agrado, retírela del horno, emplátela y sírvala caliente.
Puede decorarla con un chorrito de aceite de oliva y un toque verde, ya sea con ajo puerro, cebollino o perejil. ¡Buen apetito!!