¿Volverá Chapman a ser el pistolero más rápido de las Mayores?

La tradición de que Aroldis Chapman encabezara las listas de velocidad en Grandes Ligas se rompió durante el mes de abril cuando el joven Jordan Hicks se postuló para ponerse la corona.

Tiempo al tiempo. © Instagram/ Aroldis Chapman
Tiempo al tiempo. Foto © Instagram/ Aroldis Chapman

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Este artículo es de hace 6 años

En el año 2015, Aroldis Chapman realizó los 50 lanzamientos más rápidos de las Grandes Ligas. Los radares parecían negados a marcar menos de 102 millas por hora, y Statcast se vio forzado a crear el Filtro Chapman (hablo en serio) para que los interesados en revisar los lanzamientos más veloces de la campaña pudieran hacerlo sin el concurso del extraterrestre cubano.

Un año más tarde, el zurdo fue dueño de los 29 envíos de cabecera, y en 2017 firmó los 24 cañonazos más acelerados. En la relación del medio centenar de cada temporada su nombre aparecía una y otra vez, para orgullo de Cuba y aburrimiento de los escudriñadores de estadísticas.


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Sin embargo, la situación ha dado un vuelco. En el reciente abril Chapman apenas ha conseguido incluir dos misiles en el Top Ten, y ninguno de ellos ha superado las 101.9 mph. En cambio, un tal Jordan Hicks metió siete marcas entre las diez primeras, con tope de 102.0.

La pregunta se impone: ¿Quién diablos es este Hicks que ha osado desafiar al (hasta ahora) pistolero más temido del béisbol?

Se trata de un novato derecho que trabaja como relevista para los Cardenales. Tiene 21 abriles, mide 6 pies y 2 pulgadas, y como suele suceder con los supersónicos muy jóvenes, exhibe un descontrol exagerado: en 15.1 entradas ha otorgado 13 bases, pegado tres dead balls y sumado dos wild pitches, aunque todo sea dicho, le han bateado tan poco que ostenta una impresionante efectividad de 1.17.

Tan poderoso ha lucido el muchacho que sus medias de velocidad en sinker y recta de dos costuras andan por 99.1 y 98.9 mph, respectivamente, mientras que la de Chapman en envíos de cuatro costuras es de 98.6.

Ciertamente, el relevo generacional toca a las puertas siempre, lo mismo en la pelota que en la repostería. Hay varios hombres listos para atacar el trono del cubano treintañero (además de Hicks, incluya usted a Tayron Guerrero y Shohei Ohtani, sin mencionar a algunos lanzallamas que se alistan en las Ligas Menores). Pero, ¿habrá llegado ya la hora?

Yo sospecho que no. Siento que el campeonato está en pañales y que a la altura de junio el largo brazo de Chapman nos mostrará toda la dinamita que le queda. Puede que ya no vuelva a repetir hazañas como la de la noche del 18 de julio de 2016, cuando cerró ante los Orioles con cinco disparos entre 104 y 105.1 mph. Puede, también, que la rotación de la pelota no reedite aquellas inverosímiles 2617 revoluciones por minuto de un envío que le hizo a J. J. Hardy. Pero vamos, que el rey aún no está muerto.

Tiempo al tiempo.

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Michel Contreras

Periodista de CiberCuba especializado en béisbol, fútbol y ajedrez.


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