Este miércoles Cuba dará cuentas en Ginebra ante el Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas, en su tercer Examen Periódico Universal.
Por primera vez desde que asumió el mando, el gobierno de Díaz-Canel deberá tratar de convencer de que en la Isla se respetan los derechos humanos, como intentó hacer en 2009 y 2013.
Difícil reto, sobre todo porque son aún muy recientes las imágenes de la Cumbre de las Américas celebrada en Perú, donde la delegación cubana protagonizó un verdadero acto de sabotaje al interrumpir el discurso del secretario general de la Organización de Estados Americanos, Luis Almagro, durante el encuentro entre representantes de gobiernos y miembros de la sociedad civil del continente.
Pero lo más difícil será intentar negar el informe presentado en marzo pasado por el Observatorio Cubano de Derechos Humanos, que registró 340 detenciones arbitrarias a 202 mujeres y a 138 hombres, cifra superior que las denunciadas por la Comisión Cubana de Derechos Humanos y Reconciliación Nacional, que declaró 319 en ese mes.
La represión ha continuado. Solo unos días después, diez integrantes de las Damas de Blanco fueron arrestadas cuando salían de la sede de su organización. Fueron liberadas ese mismo día, salvo la líder del grupo.
Asimismo, a finales de abril la actriz cubana Lynn Cruz fue despedida por la agencia estatal Actuar, después de que publicó un artículo en el sitio web independiente Havana Times, en el que denunciaba la detención del director de teatro Adonis Milán junto a otros opositores, para impedirles realizar las actividades que habían programado para el día de las elecciones.
Según Cruz, ese día fueron arrestados 12 activistas de los grupos de oposición UNPACU y Cubadecide, quienes planeaban asistir a las urnas en calidad de observadores de los comicios.
Fuera de sus fronteras los atropellos han sido continuamente mostrados. El pasado 15 de mayo la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) presentó un informe en el que acusaba al gobierno cubano de aspirar a tener “un país mudo, sordo, y ciego” en lo relacionado con el periodismo y el acceso a Internet.
La organización, que mostró el documento en representación de un periodista cubano a quien las autoridades no le autorizaron salir del país, denunció la lenta conexión a las redes de los ciudadanos y las restricciones que sufren los medios independientes en su labor, cuyos redactores firman sus trabajos con seudónimos.
Según la SIP, organizaciones de comunicación opositoras como la Asociación Cubana Pro Libertad de Prensa, el Centro de Pensamiento Convivencia, el diario digital 14ymedio, las agencias de videoperiodismo Palenque Visión y En Caliente Prensa Libre y la revista La Hora de Cuba han sido objeto de diversos ataques.
Además, la plataforma Cuba Posible e incluso proyectos en el exterior, como Diario de Cuba, Martí Noticias, Cubanet y El Estornudo, entre otros.
La Cantaleta del bloqueo
La reunión en Ginebra será ocasión, una vez más, para que Cuba exija el fin del embargo de Estados Unidos.
No es de extrañar que logre el respaldo de la ONU. En los últimos tiempos consiguió la derogación de la Posición Común de la Unión Europea y un ventajoso acuerdo de cooperación con esta.
Para ello recurrirá a los argumentos de siempre: el acceso a la educación, a la salud y a la cultura, así como su compromiso en la lucha contra la discriminación y por la igualdad de género, tal y como cacarean los medios locales.
También alegará que ha ratificado 44 de los 61 convenios del Consejo de Derechos Humanos, lo cual la ubica “entre las naciones que más obligaciones tienen en este tema con respecto a la comunidad internacional”, según Granma.
No obstante, es importante recordar que una vez presentado su informe ante el Consejo de Derechos Humanos, los estados miembros realizan sus recomendaciones.
En 2013 le hicieron 292 a Cuba, aunque esta solo aceptó 230, apuntó 40 y rechazó de plano 20 “por tratarse de posturas injerencistas”, según el citado diario oficialista.
En estos cinco años la Isla no ha ratificado los pactos de Derechos Civiles, Políticos, Económicos, Sociales y Culturales, ni ha eliminado de la Carta Magna aquellos artículos que le permiten al Gobierno discriminar a sus ciudadanos por causas ideológicas.
El Observatorio Cubano de Derechos Humanos acaba de pedir en Ginebra que se le exijan el fin de los delitos políticos y la derogación de la Ley de Peligrosidad Pre Delictiva, así como de medidas aberrantes como la prohibición de entrada al país.
Pero lo más seguro es que sobre estos temas el informe cubano no diga nada, como ya es costumbre.
¿Qué opinas?
COMENTARArchivado en: