Cuba registró la tasa de mortalidad infantil más baja de su historia en los cinco primeros meses del año, según dieron a conocer fuentes oficiales recogidas por Prensa Latina.
En concreto la tasa fue de 3,9 por cada mil nacidos vivos, aunque el objetivo al cierre del presente 2018 es alcanzar un registro inferior al mínimo histórico que se produjo en 2017.
Así lo aseguró el ministro cubano de Salud Pública, Roberto Morales, quién elogió "la atención primaria, los hogares maternos y las unidades intensivas pediátricas".
En diciembre de 2017 el Ministerio de Salud Pública (Minsap) informó que se registró una tasa de mortalidad infantil de 4,1 por cada 1.000 nacidos vivos.
"Este es un hito que refleja la integración de todo el sistema asistencial del país. Se trata de vidas salvadas, de calidad de vida, de felicidad y satisfacción para nuestro pueblo", afirmó en aquella ocasión Morales.
En 2016, la Isla tuvo un indicador de mortalidad infantil de 4,3, lo que significó que durante nueve años consecutivos la mayor de las Antillas reportó una tasa menor a 5 por cada 1.000 nacidos vivos.
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