A la reunión que tuvo lugar en el día de ayer con Donald Trump, el presidente Kim-Jong-un fue como siempre bastante precavido: llevó su inodoro hasta Singapur.
Pues sí, el norcoreano mantiene estrictos controles de seguridad todo el tiempo, y no es la primera vez que carga con su inodoro para algún lugar.
El motivo de esto, según el periódico surcoreano Chosun, es que entre las altas medidas de seguridad del líder está la de llevar siempre consigo su propio inodoro, ya que sus enemigos podrían hacerse con sus heces y conocer detalles de su estado de salud.
"Un avión de transporte IL-76 fue el primero en llegar a Singapur (…) con un inodoro portátil que evitará que determinados buzos de aguas residuales accedan a las heces del Líder Supremo", publicó Chosun.
Kim-Jon-un se hospedó en uno de los mejores hoteles de cinco estrellas del mundo, el St. Regis. No obstante, no se confía de usar el baño del lugar para no facilitar información sobre su persona.
Desde 2015, la agencia surcoreana Daily-NK se hizo eco de que el norcoreano llevaba en uno de sus vehículos un excusado personalizado. El mandatario jamás usa servicios públicos.
La cumbre celebrada ayer en Singapur entre Donald Trump y Kim-Jon-un pasa ya a la historia como un gran acontecimiento. El encuentro tuvo como objetivo llegar a acuerdos sobre cómo terminar con una disputa sobre el programa nuclear de Pyongyang.
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