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La dulcería ubicada en Paseo Martí, de la Isla de la Juventud, es un sitio ideal para que las moscas campeen a sus anchas sobre los surtidos de marquesitas, gaceñigas, brazos gitanos, panetelas borrachas, panqués, cakes y otros productos que allí se venden.
Así lo corroboró el periódico Victoria en una reciente visita al local, el cual no cuenta con muebles apropiados para mantener los dulces fuera del alcance de los insectos y correctamente conservados, máxime cuando se emplean huevos en su elaboración, y su pesa está sucia y sin sello exigido.
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La publicación realizó un recorrido por varios centros gastronómicos y de comercio de la ciudad, para comprobar si se estaba aplicando la Resolución 54 de 2018 del Ministerio de Comercio Interior, sobre la protección de los derechos del consumidor.
La norma, que constituye un paso previo a una futura Ley de Protección al Consumidor, entró en vigor el pasado mes de mayo e intenta acabar con el permanente maltrato de los vendedores a los clientes, quienes se quejan de aspectos como el incumplimiento del horario de venta, el desabastecimiento en las tiendas y los precios adulterados.
A pesar de que la disposición está dirigida a las personas que se desempeñan en el sector del comercio, la gastronomía y el alojamiento, Victoria comprobó que algunos de los trabajadores ni siquiera conocen de la existencia de dicha ley.
Además, en muchas entidades existen problemas que van allá del trato adecuado al cliente.
En el Centro Comercial Gerona de la Cadena de Tiendas Caribe, el día de la visita no había mayonesa, compotas, leche condensada ni confituras.
“A ello súmale la inestabilidad de los cárnicos”, agregó Odalis Vega, una de las cajeras, quien explicó que a veces el mal funcionamiento de los post hace que los clientes no puedan llevarse la mercancía que han comprado por no poder pasar la tarjeta.
El desabastecimiento también es un mal endémico del Mercado Ideal Camaraco, conocido como 13 de Marzo; lo normal es que falten la galleta, el queso, las confituras, los refrescos y los productos cárnicos, fundamentalmente el cerdo.
Por último, en el Mercado Agropecuario Estatal El Bosque no había ninguna vianda en la oferta del 12 de junio.
Según Hermis Hernández Ríos, jefe del departamento de Protección al Consumidor en la Empresa Municipal de Comercio, en el territorio se han efectuado 15 asambleas para analizar con los trabajadores la implementación de la nueva resolución.
Estos plantearon irregularidades as materiales ineludibles como la situación de los equipos de refrigeración, los problemas constructivos en varios locales y el deterioro de las pesas Yara, que tienen más de 50 años de uso y no hay piezas para repararlas.
“Se reconoció que muchos de estos locales presentan filtraciones y están faltos de mantenimiento técnico, carecen de las licencias sanitarias aprobadas por el Ministerio de Salud Pública, muestran inestabilidad con el personal que trabaja en las áreas económicas y contables, así como mala calidad de los productos que elaboran los suministradores y adolecen de cajas registradoras”, dijo.
Pero al tema de las insuficiencias materiales se suma el ya connotado maltrato, que no está necesariamente vinculado con un surtido variado, una maquinaria perfecta o una tecnología moderna.
Así lo expresó Miday Leyva, una jubilada que ha sido víctima de la indolencia y la despreocupación por parte de los vendedores.
“En ocasiones llegas a un lugar y ni te atienden bien porque están conversando por teléfono o con el celular y cuando le reclamas hasta se ponen bravos. Y cuando vas a hacer un trámite debes ir mil veces, te pelotean pa'quí y pa'llá; en cuanto a protección al consumidor queda muchísimo por hacer”, afirmó.
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