Son pocas las revelaciones sobre las normativas que regularán el trabajo por cuenta propia y la reanudación del otorgamiento de licencias, paralizado para 27 actividades desde agosto del pasado año por la Resolución No.22 de 2017 del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social (MTSS), que también suspendió definitivamente la entrega de estas para otros cinco oficios.
La primera novedad –basada en informaciones ofrecidas por fuentes relacionadas con su implementación– consiste en que la legislación ya fue firmada, pero su fecha de publicación y puesta en vigor está en manos de las máximas autoridades del país, aunque ya las instituciones se han ido preparado más o menos para asumirlas.
Y precisamente el tiempo que demorarán en ponerse en vigor ha sido y continúa siendo la principal preocupación de los cuentapropistas y quienes pretenden serlo.
Se sabe de casos insólitos de titulares de algunas actividades congeladas que han muerto y sus familiares se arriesgan a seguir adelante con el negocio violando la ley aunque pagando puntualmente los tributos, porque no pueden hacer cambio de dueño, pues esto requiere que se le dé baja al propietario fallecido y si lo hacen no podrían solicitar la licencia del nuevo.
Afortunadamente, la normativas venideras, aunque no incluyen los casos de muerte, sí prevén que cuando el titular se ausenta por determinados motivos: enfermedad, salida temporal del país, cuidado de un familiar, uno de sus contratados puede representarlo, de acuerdo con lo anunciado hace un año por la viceministra primera del MTSS, Marta Elena Feitó.
Por lo pronto, se mantienen algunos de los elementos desvelados en el borrador que se filtró el pasado mes de febrero de 2018 –reportado por Martí Noticias y al cual tuvo acceso la agencia Reuters–, en cuanto a que se reducirá a uno el número de permisos en cada núcleo familiar para operar cafeterías, bares y restaurantes. Sin embargo, ahora se añade que quienes arrienden su vivienda tampoco podrán realizar ninguno de esos tres negocios.
También se espera que se autorice una sola licencia por ciudadano y no tantas como se desee, que era lo previsto en las normas legales precedentes a la paralización, lo cual lleva a la pregunta que se hacen muchos ¿y esta restricción en las autorizaciones no viola el derecho al pluriempleo autorizado por ley en Cuba?
Otra novedad importante es que, para garantizar la adecuada implementación de estas normas legales, se prevé realizar un proceso de reinscripción de los trabajadores por cuenta propia en todo el país, aunque no se sabe si de todas las actividades o solo de las 27 suspendidas provisionalmente.
Esta será una tarea titánica para las direcciones municipales de trabajo y seguridad social y las oficinas de administración tributaria (ONAT) territoriales –muchas con locales en muy malas condiciones– que deberán recibir a cientos de miles de cuentapropistas (quienes sufrirán de largas colas y otras incomodidades), durante el proceso de actualización que se avecina; el cual probablemente tendrá que asumirse con una plantilla aún más reducida que la de hoy, debido a la constante migración de los trabajadores de estos organismos hacia sectores mejor remunerados.
También se cumplirán otras modificaciones informadas por la viceministra primera del MTSS, como la referida a que se agruparán bajo una misma nomenclatura varias actividades afines, lo que –según explicó– reducirá también la cantidad de trámites de inscripción a realizar, pues no habrá que hacer solicitudes para varias licencias, sino para una sola. En este caso se refirió también a la nueva actividad que se llamará “servicios de belleza” que incluirá los oficios de: barbero, maquillista, masajista, manicura, peluquera, peluquera peinadora de trenzas y peluquero tradicional.
Llama la atención, por otra parte, que se contradiga lo anterior para la hoy denominada “elaborador vendedor de alimentos y bebidas mediante servicios gastronómicos en restaurantes” la cual se dividirá en dos: “servicio gastronómico en restaurante” y “servicio de bar y recreación”. Conociendo de la existencia de infinidad de restaurantes–bares (el emblemático Floridita, por ejemplo) ¿no hubiese sido más lógico diseñar una sola actividad donde se incluyeran los servicios de restaurante, bar y recreación que fuera coherente con la atinada idea de disminuir los trámites?
Otro de los anuncios hechos por la viceministra primera del MTSS es que en La Habana los trasportistas privados podrán asociarse a las cooperativas de taxis ruteros existentes y “se iniciará un experimento” que incluirá a todos los vehículos de entre cuatro y catorce pasajeros, “que deseen operar en rutas de la capital”.
Afirmó, además, que los emprendedores que se sumen podrán comprar el combustible “a precios diferenciados” y acceder al mercado mayorista donde les será posible adquirir –otra contradicción– a precio minorista, piezas de repuesto, herramientas y partes, aunque –esto es lo “bueno”– con un 20% de descuento.
Los tributos cambiarán también. Varias cuotas mínimas se incrementarán y otras se reducirán, lo cual según señalan analistas pudiera incrementar los precios de los productos y afectar a la población.
Estas medidas fiscales fueron anunciadas también el pasado año por Vladimir Regueiro, Director de Ingresos del Ministerio de Finanzas y Precios (MFP), quien aseguró, por otra parte, que se eliminará la exención de pago del Impuesto por la Utilización de la Fuerza de Trabajo para los cinco primero trabajadores contratados.
Ahora los titulares deberán pagar por estos el 5% mínimo establecido en la Ley No.113 del Sistema Tributario, de un monto equivalente al salario medio de la provincia.
Por más que la viceministra primera del MTSS en nombre del gobierno cubano asegure que las medidas no implican un retroceso en este sector de la economía, resulta evidente que sí lo son.
La realidad de que en una casa solo pudiera realizarse un negocio por cuenta propia, de que únicamente uno de los familiares podía ser titular, de que a una persona le sea posible obtener una única licencia, para muchos era algo afortunadamente dejado atrás desde hacía 18 años. ¿Y ahora regresa? ¿Cómo pueden garantizar el perfeccionamiento del trabajo por cuenta propia hoy, disposiciones que se desecharon hace casi dos décadas por no ajustarse al contexto económico existente?
Limitar el otorgamiento de licencias, poner más frenos al trabajo por cuenta propia no eliminará la corrupción, de hecho, la potenciará, al generar la búsqueda de nuevos recovecos para burlar esas restricciones. Porque si una convicción firme tiene el cubano es la de que “el que inventó la ley, inventó la trampa” y “hay que actuar en consecuencia”.
El Estado, para dar muestras de que en verdad tiene intenciones de perfeccionar y no de frenar el trabajo por cuenta propia, deberá crear el tan esperado mercado mayorista que satisfaga la demanda de los cuentapropistas –a precios mayoristas, por supuesto–; pagarles a los trabajadores y funcionarios de las empresas y organismos estatales un salario que los comprometa a realizar bien su labor porque financie sus necesidades básicas de comer, vestir, calzar y tener vacaciones en un lugar digno que sus ingresos puedan pagar; permitir a los cubanos importar, producir y exportar sus productos, admitir la concentración de la propiedad adquirida de forma honesta y atacar la ilícita.
En fin, controlar no más, con medidas restrictivas y más impuestos, sino mejor, dentro de un sistema sin tantas limitantes y menos gravoso que realmente propicie el crecimiento económico a partir del trabajo por cuenta propia.
Porque lo cierto es que el paquete de medidas por venir– que según expertos entrevistados por el Nuevo Herald “desafían la lógica económica”– promete ser además, según Emilio Morales, presidente del Havana Consulting Group, “Un ejercicio estéril” que en vez de ayudar a la economía cubana a salir del “limbo improductivo” en que se halla, terminará empantanándola “en la fracasada estrategia de la economía centralizada”.
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