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Indira Martínez Borges tenía un juicio este viernes en la Fiscalía Provincial de Camagüey, pero la vista ha quedado aplazada hasta nuevo aviso.
La Policía Nacional Revolucionaria (PNR) la acusaba de "desacato" por llamar corrupta a una funcionaria de la Dirección Provincial de Vivienda a la que ella reclamó que la obligaran a pagar 269.000 pesos cubanos (10.400 CUC) por una casa con goteras que le dieron después de decomisarle la vivienda familiar de sus abuelos, donde creció su madre, que la joven asegura haber heredado legítimamente.
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En la noche del jueves, vísperas del juicio, tres oficiales de la PNR fueron a visitarla "preocupados y sumisos", según recoge la periodista cubana Sol García Basulto en un post de Facebook.
Los policías le dijeron que su juicio queda aplazado hasta nuevo aviso. Todo indica que ha sido suspendido tras la presión mediática que ha suscitado el caso de Indira. No obstante, los oficiales le advirtieron de que el caso podía reabrirse en otro momento.
La joven ha agradecido el apoyo de todas las personas que se han solidarizado con su situación. "Hoy evitamos que se cometiera una injusticia más en Cuba", escribió García Basulto.
Indira Martínez, madre de un bebé de dos años, fue detenida el pasado martes y este viernes tenía un juicio por desacato que ha quedado aplazado hasta nuevo aviso.
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