Existen "eruditos" que quieren pensar que las cosas en Cuba seguirán igual que antes, inocentemente piensan que los cambios en la constitución son cosméticos. Se olvidan de que en Cuba, a pesar de lo que dice la aún vigente constitución, nunca se trató de construir el comunismo.
No, Cuba siempre fue la finca de los Castros, y la falacia de la construcción del comunismo les sirvió de canto de sirenas para tontos que se ilusionaron con un proyecto que realmente no existía. Tal cual otros aún creen el cuento del paraíso.
Con la desaparición de los Castros de la esfera política (uno ya se fue, al otro le queda poco), los herederos del sistema tienen que preparar condiciones para continuar disfrutando de las prebendas adquiridas. Para ellos es esta constitución, para ellos son los cambios.
Esta constitución está asentando sobre papel las realidades de la sociedad cubana, de esa que ellos han armado a su gusto, pero que funcionaba bajo el dictado de los gobernantes aún cuando la ley y la constitución no se acercaban a este. Esta constitución legaliza una gran parte de los desmanes que se cometen.
Como la doble ciudadanía. La constitución vigente expresamente prohíbe la doble ciudadanía y automatiza la pérdida de la ciudadanía cubana para aquellos que adquieran otras.
Pero ¿perderse los inmensos ingresos producto de la venta de pasaportes, actualizaciones, permisos de entrada, legalizaciones de documentos y un largo etcétera? ¿Dejarlos entrar en Cuba como ciudadanos americanos o europeos? ¿Dejarlos hacer negocios en la isla como dejan a cualquiera que no sea cubano? ¿Dejarlos montar en un yate? ¿Dejar de discriminarlos, de discriminarnos?
Claro que no. Tienen que seguir siendo cubanos a pesar de lo que dice la Ley de leyes. La nueva constitución legaliza el status quo, en la práctica no cambia nada, sino que lo legaliza de la peor manera para los que tienen otra ciudadanía. En Cuba siempre serán cubanos, discriminados, sin derechos y con muchos deberes.
La nueva constitución elimina la palabra comunismo, así como no impone límites a la riqueza (aunque sí a la acumulación de propiedad); aunque parece paradójico no lo es.
Los deportistas y artistas pueden generar mucha riqueza sin necesidad de tener industrias, restaurantes u hoteles, para ellos en parte es este cambio, pero también para cualquier otro que se pueda enriquecer "lícitamente", y aquí entra otro cambio que creo importante.
Los cuentapropistas cubanos podrán hacer empresas mixtas con empresas extranjeras "cuando sea de interés nacional". Y ahí es donde yo creo que está el meollo de la cuestión. Todos los hijos, nietos, primos, enchufados, podrán legalizar sus empresas mixtas, hoy operadas por testaferros extranjeros. Tendrán el amparo legal necesario para ser los nuevos ricos de Cuba; sin penas ni miedos podrán ostentar sus riquezas.
Entonces, ¿Cuba abandona el comunismo? Este cambio reconoce que realmente a nadie nunca le interesó, por lo tanto, quitémoslo de la constitución.
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