Marino Murillo, el exministro de Economía de Raúl Castro conocido como el zar de las reformas en Cuba y desde 2016, jefe de la puesta en marcha de los 'Lineamientos', ve urgente incrementar la natalidad en todos los pueblos de la Isla para hacer frente al envejecimiento de la población.
Según recoge Cubadebate, Murillo propone "emprender en los territorios un grupo de acciones dirigidas a aumentar los nacimientos". El sitio web oficialista no da pistas sobre las nuevas iniciativas.
En el año 2030 (dentro de 12 años) uno de cada tres cubanos tendrá más de 60 años, por lo que la mano de obra joven será cada vez menor. Para enfrentar esa situación, el zar de las reformas tiene sobre la mesa 9 principios y 76 medidas. De estas últimas quedan 17 por implementar, entre ellas las encaminadas a aumentar los nacimientos de niños pueblo por pueblo.
Así lo explicó el zar de las reformas en la reunión mantenida este viernes con los presidentes de todas las asambleas provinciales del Poder Popular y con el sucesor de Raúl Castro, Miguel Díaz-Canel.
En el encuentro de trabajo, de lo que más se habló fue de preparar a los cuadros del Partido Comunista para que "cambién de mentalidad" y hagan que los gobiernos provinciales sean "eficientes".
Los expertos sitúan entre las principales causas del envejecimiento de la población en Cuba, la emigración de mujeres jóvenes en edad reproductiva; el aplazamiento de la paternidad por motivos económicos y la falta de oportunidades para tener una vivienda donde emprender un proyecto familiar.
Marino Murillo fue destitutido como ministro de Economía en 2016 por criticar la política de Raúl Castro de poner en marcha los cambios económicos que necesita el país "sin prisa, pero sin pausa".
En su opinión, en ese momento urgía agilizar, sobre todo, los proyectos de inversión extranjera y dar mayor libertad a los cuentapropistas.
En diciembre del año pasado, el balance presentado por Murillo en la décima sesión de la VIII legislatura del Parlamento cubano, sobre la implementación de los Lineamientos, reconocía que "era complejo" poner en marcha las 100 medidas aprobadas. Especialmente la supresión de la doble moneda, el desarrollo de empresas estatales, la revisión de las cooperativas y el trabajo por cuenta propia y la inversión extranjera.
Nueve meses después, sólo se han registrado cambios en el sector cuentapropista. Las nuevas regulaciones han generado desconfianza porque en opinión de muchos trabajadores autónomos evidencia el miedo del Gobierno cubano a que el sector despunte. Nos quieren pobres.
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