
Vídeos relacionados:
El nuevo 'Programa de Gobierno para corregir distorsiones y reimpulsar la economía en 2025' anunciado por el régimen cubano ha generado una ola de críticas y burlas entre la población.
A través de las redes sociales, los cubanos han reaccionado con escepticismo y frustración ante un plan que consideran una repetición de viejas promesas sin soluciones reales para la crisis que atraviesa el país.
Lo más leído hoy:
Desde el mismo anuncio, el descontento fue evidente. "El mismo cuento que cansa y no resuelve nada para el pueblo", comentó un usuario en el Facebook de CiberCuba, reflejando el sentimiento generalizado de decepción.
La indignación sigue creciendo con cada nuevo discurso gubernamental que insiste en la necesidad de "corregir distorsiones", mientras la población enfrenta una realidad marcada por la inflación, la escasez y la falta de oportunidades.
Uno de los puntos que más irritación ha causado entre los ciudadanos es la falta de un plan concreto y de medidas eficaces para estabilizar la economía. "Van a reordenar el reordenamiento del ordenamiento", ironizó otro cubano en redes, evidenciando el agotamiento ante la constante reestructuración del discurso oficial, que no se traduce en mejoras reales.
El economista Pedro Monreal, en un análisis detallado de la propuesta del régimen, expuso la ausencia de políticas estructurales serias dentro del supuesto programa. En lugar de soluciones tangibles, el gobierno presentó un documento vago, sin cifras ni estrategias definidas, y sin reconocer el fracaso de la "Tarea Ordenamiento", que llevó al país a una crisis aún mayor.
"¿Qué economía? Aquí no hay ni aspirinas", exclamó otro usuario en redes, haciendo referencia a la escasez de medicamentos y productos básicos, mientras el régimen sigue apostando por el turismo y la construcción de hoteles vacíos en lugar de garantizar el bienestar de la población.
La desconexión entre el discurso oficial y la vida cotidiana de los cubanos se ha vuelto cada vez más evidente, y genera cada vez más reacciones de indignación y desesperanza.
Entre las críticas más duras está la denuncia del aumento de la desigualdad y la dolarización encubierta de la economía. "Traducción: exprimir hasta el último dólar al pueblo y a la familia en el exterior", escribió un usuario, señalando cómo las tiendas en MLC y la imposibilidad de acceder a productos básicos en pesos cubanos han creado una brecha social insostenible.
La retórica oficialista insiste en que el nuevo programa contempla "acciones, indicadores y metas", pero la realidad sigue demostrando que el gobierno no tiene intención de abandonar su modelo centralizado y su control absoluto sobre la economía.
"Cuando ellos corrigen, el pueblo se hunde más", afirmó un comentarista, destacando cómo cada intento de rectificación gubernamental ha resultado en un mayor deterioro del nivel de vida de los cubanos.
En los últimos años, bajo el liderazgo de la “continuidad” de Miguel Díaz-Canel, la estrategia del régimen ha pasado de la “coyuntura” a la “actualización del modelo económico”, del “ordenamiento” al “reordenamiento”, llegando ahora a la “corrección de distorsiones” a través del tránsito de unas “proyecciones” a un “programa”; y todo ello movido por el motor inmóvil de “cambiar todo lo que tenga que ser cambiado” y otros misterios de la propaganda del régimen.
Sin embargo, las condiciones del país no han hecho más que empeorar. "66 años rectificando errores y seguimos en la miseria", escribió un usuario en referencia a la historia de promesas incumplidas que ha caracterizado al gobierno cubano desde 1959.
La falta de transparencia también ha sido objeto de fuertes críticas. A pesar de la crisis, el gobierno sigue sin publicar estadísticas clave sobre la economía, los ingresos de la población o la inflación real.
"El español es un idioma rico, pero Díaz-Canel y compañía usan un vocabulario que necesita diccionario, y al final no dicen nada", criticó otro usuario, evidenciando la confusión que genera el lenguaje tecnocrático del régimen.
Mientras la población enfrenta apagones, desabastecimiento y la imposibilidad de cubrir sus necesidades básicas, el oficialismo persiste en su retórica triunfalista.
"Más reuniones, más mentiras y más miseria", resumió un cubano, expresando la frustración colectiva de un país que ve cómo su calidad de vida se deteriora mientras los dirigentes siguen aferrados al poder después de haberlo conquistado por las armas hace 66 años, y mantenerlo mediante la violencia y el desprecio a los derechos y libertades de los cubanos.
La burla y el sarcasmo han sido los vehículos de expresión de muchos cubanos en redes sociales, que han aprendido a ironizar sobre las promesas del régimen. "Ahora sí avanzamos", comentó uno con emojis de risa, mientras otro sentenció: "La única distorsión que hay que corregir es el sistema mismo".
Con un gobierno que se niega a aceptar sus errores y una población cada vez más desencantada, el anuncio del Programa de Gobierno no ha logrado convencer a nadie.
"Bla, bla, bla... y seguimos en la miseria", concluyó un usuario, en lo que parece ser el verdadero resumen de la política económica del régimen cubano para 2025.
Archivado en: