“Estamos tomando agua con fango”, afirman santiagueros

El problema de lo turbia que llega el agua a las casas, la comidilla por estos días en la ciudad, obliga a los santiagueros a adoptar medidas que uno ni sabe si garantiza la calidad de la misma y mucho menos si son verdaderamente efectivas.

La turbidez del agua en Santiago de Cuba © CiberCuba
La turbidez del agua en Santiago de Cuba Foto © CiberCuba

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Este artículo es de hace 6 años

La lluvia se agradece en Santiago de Cuba pues esta provincia del oriente del país sufrió hace poco tiempo las duras consecuencias de una prolongada sequía. Sin embargo, con las últimas precipitaciones del actual período húmedo, también se desatan otros problemas no menos importantes: a pesar de que el Estado Cubano refiera millonarias inversiones en la rehabilitación del sistema hidráulico, el agua ni llega las 24 horas a los hogares y sí lo hace con bastante fango.

“En los últimos días el agua está llegando tan sucia que la verdad que no me dan ganas de lavar con ella ropa blanca por ejemplo y menos tomármela, para eso lo pienso una, dos, tres veces y hasta cuatro”, comenta una santiaguera.


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Nadie sabe si es cierto que la suciedad en el agua que llega hasta los hogares santiagueros está o no relacionada con las lluvias. Pero lo cierto es que existe ese mito popular, y no suele estar muy alejado de la realidad, y menos en las últimas semanas cuando uno se debate entre que sea perjudicial o no, si está purificada o no.

Alfredo es vecino de la zona del 30 de Noviembre. Él afirma que antes le llegaba el agua desde la estación de San Juan y no desde Quintero, como sucede hoy en la mayor parte de la ciudad, luego de la rehabilitación de las redes hidráulicas: “antes venía cristalina, con muchas sales, pero transparente. Ahora viene que es un asco, y esa agua por mucho que la cueles, igual sigue sucia”.

El problema de lo turbia que llega el agua a las casas, la comidilla por estos días en la ciudad, obliga a los santiagueros a adoptar medidas que uno ni sabe si garantiza la calidad de la misma y mucho menos si son verdaderamente efectivas.

“El agua de tomar la almacenamos en la casa en un pequeño tanque. Esta esperamos por días que se asiente el churre y fango que trae. Después la sacamos tratando de no revolver el fondo, o es más efectivo con una manguera extraer el churre del fondo. Si queda algo la colamos con gasas”, afirma Manolo, del reparto Sueño.

Otros santiagueros usan métodos aún más extremos. Más que colar o esperar que precipiten las partículas, usan tratamientos químicos, pero sin tener los conocimientos que se requieren en estos casos.

“Yo le echo una pizquita de alumbre a una olla de agua, espero unas horas y uno ve como precipita el churre, en forma de nube o babaza blanquecina, y si es a un tanque, le echo un poco más”, afirma Odalis, otra vecina del reparto Sueño.

Cuando se trata de acceso a medios o tecnologías seguras para las personas para eliminar el churre del agua, la cosa se complica aún más pues los filtros que se comercializan en la tienda recaudadora de divisa, son a altos precios, mínimo 28 CUC

Sin embargo, cuando se trata de acceso a medios o tecnologías seguras para las personas para eliminar el churre del agua, la cosa se complica aún más pues los filtros que se comercializan en la tienda recaudadora de divisa, son a altos precios, mínimo 28 CUC.

“Pero ahora mismo, y hace meses, no hay en la tienda, así que esa tampoco es la solución”, dice otra santiaguera.

Y quienes tienen los mencionados filtros minerales en sus hogares, persiguen en toda la red comercializadora de productos en divisa aquellos repuestos que necesitan para garantizar el funcionamiento. No obstante, esos insumos se vuelven resbaladizos y no siempre tienen la misma calidad que los originales, según afirman algunos.

“Los filtros necesitan dos piezas, una blanca que elimina una gran parte del churre, y otra que tiene piedras, carbón y otros filtros. Uno se vuelve esclavo de ambas, las encuentras en tiendas un poco apartadas o que muchos no visiten, por ejemplo en la playa Siboney encontré los últimos repuestos. Y la verdad si esta es época de enfermedades diarreicas, esas cosas debían estar en todas las tiendas y a precios más asequibles”, comenta Nancy.

Y mientras continúa llegando el agua con bastante fango, las personas siguen comentando en la calle y mucho se especula de si la potabilizadora tiene problemas que no se informan a la población, también de los posibles efectos nocivos a la salud.

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