Armando Barreras Arias tiene 36 años y espera en el municipio cubano de Guáimaro (58.063 habitantes) a que se reanude el Programa Parole de Reunificación Familiar. "Tengo los sueños detenidos", comenta a CiberCuba desde la localidad más oriental de la provincia de Camagüey.
Su padre, José Miguel Barreras Macareño, lo reclamó el 22 de septiembre de 2014 y de la embajada de Estados Unidos en La Habana lo citaron para la entrevista del visado el 28 de septiembre del año pasado.
"Estaba sentado en la sala de mi casa y recuerdo que fue uno de los días más felices de mi vida. Desde ese momento empecé a prepararme para el cambio de vida que iba a tener y cómo tenía que empezar a actuar".
Barreras describe lo que sintió entonces: "Tenía sentimientos encontrados que tenían que ver con que iba a dejar a mi madre sola en Cuba con mi mascota, Pirata, y a mi novia con la que ya llevo tiempo", apuntó.
Sin embargo, esa cita fue cancelada debido al paso del huracán María. A Armando Barreras volvieron a darle fecha de entrevista para el 7 de diciembre de 2017 pero nunca llegó a celebrarse el encuentro. "Hasta ahí me llegó la alegría. Pensé que el mundo se me venía abajo cuando el Gobierno de Estados Unidos dijo que se iba a llevar a los funcionarios de la embajada de La Habana y que no iba a prestar más servicio".
El 29 de septiembre de 2017 el Departamento de Estado anunció la salida del 60% de sus funcionarios destinados en Cuba apelando a que La Habana no era capaz de garantizar su seguridad ya que al menos 26 diplomáticos sufrieron ataques acústicos cuyas causas siguen siendo desconocidas a día de hoy. Ni el FBI ni la CIA han dado con quién está detrás del sabotaje sónico.
Armando Barreras no celebró con ganas el último 31 de diciembre (2017-2018). "Fue un año muy triste. Tenía la incertidumbre de que el Programa Parole fuera cerrado y el temor de que jamás iba a cumplir mis sueños".
Sin embargo, a primeros de 2018 se enteró de que el Departamento de Estado de Estados Unidos "estaba trabajando" para reabrir el Programa Parole de Reunificación Familiar. "Hasta el día de hoy, nada. Ya se pasa del año trabajando en conjunto para encontrar una solución y no pasa nada. No hay cambios", comenta a CiberCuba.
Mucho se teme el joven camagüeyano que este fin de año será como el anterior aunque él tiene la esperanza de que los cambios lleguen en 2019 "y se decida por fin lo que se va a hacer con los casos Parole".
"Sabiendo que puedo salir y no salgo me hace sentir muy mal. Pensar que una simple decisión del Departamento de Estado puede cambiar mi vida y no se acaba de tomar despues de un año, me tiene acabado, con muchos sueños detenidos. Si nuestros hermanos cubanos pueden viajar a Guyana en busca de sus visas de inmigrante; yo pido que se nos dé la misma oportunidad a los reclamados por Parole. Queremos al menos poder viajar a Guyana aún conociendo que nuestro proceso solo se puede llevar a cabo en Cuba".
En su opinión, ya es hora de que se tome una decisión para que las personas afectadas sepan qué va a pasar con sus vidas. "No es correcto que haya en estos momentos muchos pasaportes estancados dentro de la embajada de Estados Unidos en La Habana sin que se diga lo que se va hacer con ellos", recalcó.
Barreras quiere tener la oportunidad de vivir en los Estados Unidos. "Quiero ayudar económicamente a mi familia que se queda en Cuba. Poder ayudar a mi padre, que día a día se sacrifica trabajando en Estados Unidos y ya tiene pagada mi reclamación. A mi madre, que se queda en Cuba, quiero brindarle lo mejor. Me gustaría poder llevármela conmigo a EE.UU. y tenerla conmigo hasta sus últimos días".
Cubanos por la Reunificación Familiar con Estados Unidos
La tristeza llevó a Armando Barreras a crear en marzo de este año el grupo de Facebook Cubanos por la Reunificación Familiar con Estados Unidos, que reúne a unas 1.700 personas que, como él, están a la espera de la reanudación del Programa Parole para familias de la Isla.
Ahí se comparten "las historias, las tristezas y las alegrías" de quienes han logrado el sueño de salir de Cuba y están a la espera de reunirse con sus seres queridos, que siguen en su país.
Es el caso de Luly Hernández, también administradora del grupo, que lleva ocho años sin ver a su hija. La joven sigue en La Habana, pendiente de que el Departamento de Estado levante la paralización del Parole.
El Servicio de Inmigración y Ciudadanía (USCIS) de Estados Unidos en La Habana y el Departamento de Estado norteamericano están buscando una "ubicación" para procesar los casos del Programa de Reagrupación Familiar Cubano (CFRP). Así lo han confirmado desde USCIS a CiberCuba, aclarando que el Gobierno estadounidense no tiene en mente retomar de forma "inminente" el Parole.
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