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En los últimos cinco años el gobierno cubano ha invertido alrededor de 300 millones de dólares anuales en la Zona Especial de Desarrollo Mariel (ZEDM). Sin embargo, luego de un lustro solo han sido aprobados 37 proyectos.
Aunque muchos ven en ello un fracaso, para Rodrigo Malmierca Díaz, ministro de Comercio Exterior y la Inversión Extranjera de Cuba, esa cifra “no es poca cosa”.
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Según él, la ZEDM es un proyecto para 50 años de desarrollo y “no podemos desesperarnos”.
En una reciente entrevista a Cubavision Internacional, el funcionario ignoró que el programa muestra un déficit de inversión de más de 11 millones de dólares.
El funcionario reveló que este año se aprobó la primera concesión a una empresa extranjera: Viglacera S.A, una firma vietnamita de la construcción. La diferencia entre usuarios y concesionarios es que estos últimos pueden desarrollar negocios por sí mismos.
“Ellos tienen un área aprobada para promover los negocios, allí levantarán la infraestructura y promoverán la presencia de otros empresarios para que se instalen en esa concesión. Ya identificaron una compañía que se emplazará allí para una fábrica de vidrio plano, lo cual es muy importante, porque ahora Cuba lo importa”, dijo.
“Otros proyectos que se aprobaron hace poco están relacionados con temas de envases: la fábrica de frascos de vidrio y la fábrica de latas de aluminio. Hoy nosotros exportamos ron, pero tenemos que importar la botella, no hay una cadena productiva de valor; y ahora tendremos las botellas cubanas. Las latas de refrescos y de cervezas hoy las importamos con aire dentro para poder envasarlas aquí, y será mucho mejor fabricarlas en Cuba. Y yo diría que sería mejor si hacemos la nueva fábrica de cerveza al lado de esa fábrica de latas”, añadió.
Malmierca admitió que el avance de la Zona ha sido muy lento desde 2014. En su opinión, las causas son el miedo en muchas personas que no ven los beneficios que la inversión extranjera traerá al país, y la preparación de los empresarios cubanos, acostumbrados a recibir indicaciones y a no tomar decisiones.
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