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El pianista cubano Dionisio Jesús Valdés Rodríguez, conocido como Chucho Valdés, está a sus 77 años más enfocado en la música que nunca. En una entrevista concedida a El Mundo, el fundador de Irakere ha dicho que "a estas alturas, dejo de lado la política porque ya sé que nadie arregla nada en ninguna parte".
El músico, quien contrario a su padre Bebo Valdés decidió quedarse en Cuba e incluso respaldó el castrismo en muchas ocasiones, asegura que "ya no pienso ni discuto de política, que lo hagan los especialistas, yo bastante tengo con mejorar al piano".
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Su padre dejó la Isla cuando Chucho tenía solo 19 años. Luego de un contrato que logró en México, Bebo decidió no regresar puesto que "tenía problemas con el Gobierno, habían tenido varias desavenencias".
Sin embargo, Chucho decidió quedarse, a pesar del precio de estar 18 años sin ver a su padre, y tener que hacerse cargo de la familia. Al pianista cubano de jazz afrocubano, no parece agradarle que lo señalen con el dedo por haberse quedado en Cuba, ni que se le dé vueltas a la situación. "Me quedé en Cuba, sí, pero también he vivido en Argentina, en España, ahora en Florida... Digo como José Martí: "De todas partes vengo y hacia todas partes voy".
Lo cierto es que, a estas alturas de su vida, el músico ya no quiere hablar de política, ni de la vieja, ni de la nueva, ni de la de siempre. Lo único que ocupa su tiempo en estos momentos es la música. "Aún tengo tantas cosas por aprender y experimentar, tanto público al que tocar. Si nací para la música, tengo que morir con la música. Seguiré hasta donde pueda porque el arte no muere".
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