La crisis de medicamentos en las farmacias cubanas es una realidad que aqueja cada vez más a quienes tienen padecimientos y no pueden alivianarlos a falta de insumos. No es algo nuevo, la escasez está a la orden en casi todos los espacios en Cuba. No obstante, Carlos Manuel Gómez, administrador farmacéutico en el municipio San José de las Lajas, provincia Artemisa, confirmó a CubaNet que "la crisis va en aumento y los usuarios cada vez tienen menos posibilidades de adquirir un amplio grupo de antibióticos, antistamínicos y analgésicos".
Y lo peor, es que no son ni uno ni dos los faltantes, sino incluso más de 100: "Hace dos meses tenía unos 48 medicamentos en falta. Hoy son 102, con un grupo que desde agosto no entra o su abastecimiento se sigue quedando muy por debajo de la demanda”, dijo Gómez.
Quienes mayormente se van afectados con esta crisis de medicamentos son las personas que sufren cardiopatías, tensión arterial, problemas respiratorios y dermatológicos.
Según Gómez, “con la llegada del invierno habitualmente crece la demanda de medicamentos para alérgicos, pero la mayoría de las veces no tenemos nada de lo que vienen buscando. Lo mismo pasa con los que tienen tratamientos para la piel o la respiración, en especial las pomadas y otros ungüentos están desaparecidas”.
Por otra parte, Gladis Abreu Linares, Jefe de Almacen de una de las farmacias en el municipio Güines, dijo al citado medio que "desde el inicio de la crisis, como medicamentos de difícil acceso se mantienen el Troabín, Ketotifeno, Nistatina, Triancinolona, Tornastato, Salbutamol, Becloasma, Hidrocortizona, Amlodipino y Timolol, entre otros".
Hay otros faltantes como las vitaminas B1, B4 y B12; antibióticos como la Amoxicilina, Ampicillina, Acitromicina y el Sulfraprín, el Analapril y supositorios para niños.
Linares refiró que “hay medicamentos realizados a partir de compuestos orgánicos, tales como champús, colirios, gotas ópticas y nasales que se fabrican en el país y que son los más difíciles de resolver”.
Como pasa en otros sectores en la Isla, una vez que la escasez se apodera de algo, comienza el mercado negro y el tener que comprar los medicamentos a altos precios. A veces incluso no queda más remedio que comprar en las farmacias por CUC a precios demasiado altos para los cubanos.
Tal es el caso de Blanca Rosa Correa Fría, cuyo hijo padece una alergia que le provoca problemas respiratorios y erupciones infecciosas en la piel: “Mi hijo tiene caída de cabello, si no me muevo por debajo de la mesa nunca se recupera porque las medicinas hace meses que no entran a la farmacia. El champú de placenta, que es lo único que no es por receta, donde único aparece es en La Habana, y tienes que pagarles a los dependientes para que cuando entre te guarden un par de pomos, porque ‘vuela’ y luego tienes que comprarlo en el mercado negro”, dijo.
Asismismo, Emilio Espinosa Menoya, de 74 años e hipertenso, expresó: “Hace dos meses que no cojo algunos medicamentos. Cuando al día siguiente tocan entrar los medicamentos hago la cola de madrugada, y el 15 en la cola no alcanzo. Nadie sabe que se hacen, si no es por mi hija que me los compra con alguien en la calle, la presión arterial ya me hubiera matado”.
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