Este jueves arribó a Cuba el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, en una visita oficial de dos días que es la primera en 32 años de un jefe del Ejecutivo de España a la Isla.
Sin perder tiempo, este mismo jueves se reunirá Sánchez con el actual mandatario cubano Miguel Díaz-Canel.
El español aceptó visitar la Isla tras una invitación que le hizo el gobernante cubano con quien se reunió en el marco de la Asamblea General de la ONU en Nueva York.
A pesar de que parte de la disidencia cubana esperaba con ansias un encuentro con Sánchez, este informó recientemente al diario El Mundo que no será posible. Según fuentes gubernamentales, en un primer viaje oficial lo que prima es el deseo de “conocer” la realidad cubana, y reunirse con la disidencia no es “habitual” y “no lo han hecho” tampoco otros mandatarios internacionales que han ido a Cuba.
El avión de la Fuerza Aérea Española en el que viajaron Sánchez y el resto de su delegación, de la que forman parte el ministro de Asuntos Exteriores, Josep Borrell, y la ministra de Industria, Reyes Maroto, aterrizó en el aeropuerto José Martí de la capital cubana a las 16.52 hora local (21.52 GMT), unos 40 minutos después de la hora prevista.
Sánchez fue recibido al pie de la escalerilla del avión por el viceministro cubano de Relaciones Exteriores, Rogelio Sierra, de acuerdo al protocolo que se sigue en la Isla para las visitas de Estado.
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