El presidente Donald J. Trump echó mano este lunes de un peligroso y controversial recurso para dar otra vuelta de tuerca a su cruzada personal contra los medios de comunicación en general, y contra la cadena CNN en particular: sugerir la creación de un canal de televisión estatal que compitiera con esta, y que según él diera al mundo la verdadera imagen de los Estados Unidos.
“Aunque a CNN no le va muy bien en los Estados Unidos en términos de audiencia, fuera de los Estados Unidos tienen muy poca competencia. En todo el mundo CNN tiene una voz poderosa que retrata a los Estados Unidos de una forma injusta y falsa. Hay que hacer algo, incluida la posibilidad de que Estados Unidos cree su propio Canal Mundial para mostrar al mundo ¡realmente somos grandes”, escribió el mandatario en su cuenta de Twitter.
“Si no fuera tan grave ese acceso de ignorancia, y si no viniera del hombre más poderoso y con acceso a la información de todo el mundo, sería para reír a carcajadas”, dijo a CiberCuba el ex asesor para temas de América Latina de Radio Free Europe y profesor de periodismo de la Universidad de Tampa, Gastón Lauredo.
Para el experto, es un error imperdonable: “Alguien tendría que asesorar a este hombre, o quitarle el acceso a Twitter. Este nivel de desinformación sí compromete la imagen del país ante el mundo”.
Pero ¿por qué es un error tan grave lo dicho por el presidente Trump? En esencia porque ese “Canal Mundial” de Estados Unidos que él ansía crear, lleva 75 años de creado. La idea de Trump la tuvo Franklin D. Roosevelt, aunque no fuera para competir con CNN ni ninguna agencia de prensa doméstica.
Se llama Voice of Americas, nació finalizando la II Guerra Mundial, y produce contenidos televisivos, radiales y para plataformas de internet en nada menos que 46 idiomas. En 2018, por ejemplo, la emisora anunció que comenzaría a emitir contenido incluso en lengua Lingala, el idioma que se habla apenas en el Congo y algunas zonas de Angola. Es directamente la voz de Estados Unidos en el mundo.
“Voice of Americas tiene un alcance global de 275 millones de personas semanalmente”, explica el profesor Lauredo. “Ni CNN ni nadie puede competir con eso en el mundo. Es la mayor emisora de contenido desde Estados Unidos. Solo que el presidente que supuestamente la dirige, no sabe de su existencia”.
En efecto, Voice of Americas es representativa de lo que el presidente republicano cree que debería crearse, pero no es la única. Forma parte de las 5 cadenas de transmisión de contenido que se supeditan a la Agencia de Prensa Global de los Estados Unidos, una entidad federal.
“Radio y Televisión Martí componen la Oficina de Transmisiones a Cuba (OCB), otra de las cadenas de comunicación del gobierno estadounidense. Radio Free Europe/Radio Liberty, que transmitió por primera vez el 4 de Julio de 1950 desde Nueva York y para la República de Checoslovaquia comunista, es otra de las cadenas. El resto son Radio Free Asia, y las cadenas en lenguaje árabe Alhurra Television y Radio Sawa, pertenecientes a la Red de Transmisiones al Medio Oriente (MBN)”, detalla el profesor Lauredo.
Antes de llamarse Agencia Global de Prensa de Estados Unidos, la entidad que gestionaba los contenidos que el país quería promover en el mundo se llamó Broadcasting Board of Governors, aunque la misión era exactamente la misma: transmitir al mundo por todas las formas posibles los mensajes que Estados Unidos querían afianzar como parte de su política exterior y sus principios como nación.
La ironía más escandalosa de que el presidente Trump no sepa que esa gran agencia existe, es que es precisamente él quien aprueba su presupuesto.
“Aunque la Agencia de Prensa Global responde a seis comités bipartidistas de la Cámara de Representantes y del Senado, quien solicita directamente al Congreso el presupuesto para su funcionamiento, es justamente el presidente del país”, precisa a CiberCuba el experto Gastón Lauredo, quien ha impartido conferencias en su natal Argentina sobre el rol de estas cadenas informativas estadounidenses.
La Agencia de Prensa Global le cuesta al contribuyente norteamericano $752 millones anualmente, según un informe publicado en 2016 por la propia agencia. De ahí la magnitud del descalabro de Trump en su tweet contra CNN.
Para muchos observadores del conflicto de Donald Trump con la prensa estadounidense, arreciado en las últimas semanas por la confrontación con el periodista de CNN Jim Acosta, representa la antítesis de lo que intenta exportar Estados Unidos precisamente a través de las cadenas globales que le mandatario parece desconocer.
En su misión específica, la Agencia de Prensa Global de Estados Unidos refiere que “exporta la Primera Enmienda” del país. Es decir, la protección a la libertad de prensa y expresión en sí mismas.
“Estados Unidos se merece más respeto por parte de su propio presidente. Este país lleva tres cuartos de siglo abanderando el concepto de prensa libre en el mundo. Donald Trump debería saber que eso es sagrado”, concluyó el experto Lauredo en sus declaraciones a CiberCuba.
Uno de los iconos del periodismo estadounidense de todos los tiempos, el periodista Edward R. Murrow, fue uno de los encargados de fundar y concebir Voice of the Americas. Una de sus frases lapidarias podría ser el principal llamado de alerta para el presidente Donald J. Trump: “La verdad es la mejor propaganda posible, y las mentira, la peor”.
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