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La inmigración ilegal en Estados Unidos ha sido prácticamente el tema del año. Tanto así, que el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) aumentó las investigaciones, arrestos y redadas en centros de trabajo de ese país.
De acuerdo con un informe del ICE, en el año fiscal que abarca desde el 1 de octubre de 2017 y el 30 de septiembre de 2018 fueron arrestadas 2,304 personas, mientras que en el año anterior hubo 311 detenciones, lo cual significa un aumento del 700%.
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Según la agencia federal, la mayoría de estos arrestos fueron “administrativos”, donde probablemente estén involucradas personas indocumentadas en el país.
“Reducir el empleo ilegal nos ayuda a crear otra barrera de seguridad fronteriza”, expresó Derek Benner, director de Investigaciones de Seguridad Nacional (HSI), perteneciente al ICE.
El informe devela que en este año fiscal se llevaron a cabo 6,848 investigaciones en centros de trabajo, casi cinco veces más que el año fiscal anterior, en el que se realizaron 1,691 investigaciones.
También se realizaron 5,981 auditorías o redadas, cuando en el año anterior hubo unas 1,360.
En el 2016, la población de inmigrantes ilegales en Estados Unidos cayó a 10,7 millones, su nivel más bajo desde el 2004.
Según un reporte del Centro de Investigación Pew, basado en datos del Censo de Estados Unidos y otras cifras del 2016, el número de inmigrantes ilegales en el país ha disminuido constantemente desde un máximo de 12,2 millones que anotó en el 2007.
La administración de Donald Trump ha reforzado la aplicación de la ley de inmigración, presionando al Congreso estadounidense para que autorice la financiación de un muro en la frontera con México y desplegando soldados antes de la llegada de la caravana de inmigrantes centroamericanos.
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