El presidente Donald Trump enfrentó batallas en muchos frentes en 2018 y termina el año políticamente debilitado después que su Partido Republicano perdió el control de la Cámara de Representantes en las elecciones de medio período en noviembre.
Inició el año tal como terminó el 2017. Se enfrentó a conflictos internos en una Casa Blanca rodeada de caos y drama y perdió al secretario de gabinete Rob Porter, que fue expulsado cuando surgieron denuncias de abusos domésticos en el pasado.
El asesor de seguridad nacional H.R. McMaster fue removido y reemplazado por John Bolton y el asesor Hope Hicks renunció después de años de servicio a Trump. El año terminó con Trump expulsando al fiscal general Jeff Sessions y a su jefe de gabinete, John Kelly.
La Casa Blanca no respondió a una solicitud de comentarios.
Trump ha negado que la Casa Blanca esté en el caos bajo su mandato y la ha descrito en entrevistas televisivas como una "máquina bien engrasada". También descartó que las elecciones lo hayan debilitado apuntando al Senado, donde los republicanos extendieron su mayoría.
"Ayer fue una gran victoria", escribió Trump en Twitter el 7 de noviembre, un día después de las elecciones.
En asuntos internacionales, Trump se retiró del acuerdo nuclear de Irán a pesar de las peticiones de los aliados europeos para que permaneciera.
También se reunió con el líder norcoreano, Kim Jong Un, en un intento por acabar con un largo enfrentamiento nuclear. La cumbre alivió las tensiones que tanto Kim como Trump habían inflamado durante los meses anteriores, pero Corea del Norte aún tiene que comprometerse con un plan para terminar su programa de armas.
Trump fue ferozmente criticado por los demócratas y algunos republicanos por lo que hizo durante una cumbre en Helsinki con el presidente ruso Vladimir Putin en julio. En lugar de condenar la supuesta intervención de Rusia en las elecciones presidenciales del 2016 en Estados Unidos, Trump puso en duda las conclusiones de sus propios servicios de inteligencia.
La administración de Trump aplicó nuevas sanciones a Rusia, pero los críticos, incluidos destacados expertos en seguridad nacional en el Congreso, dijeron que su desempeño en la cumbre de Helsinki fue débil.
Una investigación criminal sobre supuestos vínculos entre el equipo de campaña electoral de Trump y los funcionarios rusos ejerció una mayor presión sobre Trump y sus aliados.
Trump ha defendido con frecuencia su reunión con Putin, calificándola de un gran éxito. También ha negado cualquier colusión entre su campaña y Moscú en 2016, diciendo públicamente muchas veces que la investigación de Rusia no es más que una "caza de brujas".
El equipo del asesor especial Robert Mueller acusó y logró condenas contra antiguos asesores de Trump, incluido su abogado personal Michael Cohen y el ex gerente de campaña Paul Manafort. Aunque Trump recibió créditos por una economía fuerte en Estados Unidos, no fue suficiente para evitar que los demócratas ganaran el control de la Cámara en noviembre.
La prueba doméstica más dura para el presidente se produjo a lo largo de la frontera sur con México, donde la política de su gobierno de separar a los hijos de inmigrantes ilegales de sus padres provocó una crisis humanitaria.
Trump mantuvo una postura estricta sobre asuntos migratorios y condenó una caravana de inmigrantes centroamericanos, desplegando tropas a lo largo de la frontera.
El mayor triunfo político de Trump fue nombrar a su segundo candidato a la Corte Suprema, Brett Kavanaugh, a través de la confirmación del Senado, pero tuvo que pagar un precio. Kavanaugh había sido acusado de abuso sexual desde su adolescencia.
Christine Blasey Ford proporcionó un perjudicial testimonio pero los senadores estadounidenses, muchos de los cuales citaron una falta de evidencia sólida, lo confirmaron en un estrecho voto de 50-48.
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