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A poco más de un mes de abrir sus puertas ya son miles los clientes que han visitado la franquicia que tiene La Bodeguita del Medio en Santa Clara. El establecimiento confirma cuánto pesa una marca cuando de posicionar un producto se trata.
“Desde el primer día tuvimos mucho público, pero la clientela va en aumento y ya tenemos visitantes asiduos”, confirma una de las jóvenes dependientas.
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Pero no se trata solamente del nombre. La cantina villaclareña se encuentra en una excelente ubicación geográfica, a escasos metros del concurrido parque Vidal y, por lo tanto, muy cerca de los principales hoteles de una ciudad que se ha propuesto incrementar sus atractivos turísticos, para revertir su condición de “villa de paso”.
“Vienen muchos huéspedes de los hoteles América y Central, pero el mayor potencial lo recibimos de los hostales que todavía son mayoría en lo que a alojamiento se refiere. Sin embargo, hay muchos cubanos entre nuestros clientes, sobre todo cubanos residentes en el exterior”, asegura la joven.
En Santa Clara se han inaugurado varios restaurantes y bares en los dos últimos años pero muchos de ellos no han gozado de la popularidad que hace de “La B del M” el lugar del momento. Algunos de sus clientes opinan que se debe a lo singular de la oferta.
Ana Julia y Roberto son dos santaclareños que residen en Canadá desde hace varios años. Ellos llegaron el día 13 de diciembre y son categóricos al afirmar que es el único lugar de la ciudad que vale la pena visitar:
“Lo de menos es que se llame como se llame, nos gusta el lugar, los tragos, los dependientes son excelentes y sobre todo puedes bailar y conversar sin un reguetón reventándote los oídos. Por el momento está libre del mal gusto y la indecencia que te encuentras en casi todos lados”, asegura ella.
Como en la legendaria Bodeguita que se ubica en la calle Empedrado de La Habana Vieja, este remedo de la calle Gloria en Santa Clara se distingue por la música de los tríos. Más allá de El Chan chan, El son de la loma o Lágrimas negras, los clientes redescubren algunas melodías antológicas que por desgracia a veces se conocen mejor fuera de Cuba que por parte de las actuales generaciones de cubanos. Y si todo ello se acompaña de una buena comida criolla el favoritismo es comprensible.
“Lo más consumido es por supuesto la comida criolla, el congrí con lechón asado, las masas o costillas de cerdo fritas, los tachinos, también gusta mucho el ajiaco que aquí preparamos”, explica la dependienta, quien además asegura que se han disparado las ventas durante lo que va de diciembre.
“Lo otro es que los precios no son tan elevados, de hecho, tenemos ofertas mucho más bajas que en otros centros de la ciudad. Y pronto vamos a tener cenas especiales por el fin de año, no solo para consumir en el lugar sino, incluso, para quien decida llevársela a casa, tal y como se hace normalmente en las paladares”, concluye.
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