El Papa Francisco ha vuelto a referirse a Venezuela y Nicaragua, en un discurso el pasado lunes ante el cuerpo diplomático acreditado en el Vaticano.
Ya lo hizo el pasado 25 de diciembre, en su habitual mensaje por Navidad, cuando aludió a ambos países, abogó en favor de que estos puedan resolver sus problemas a través del diálogo y por una vía pacífica. Deseó que Venezuela encuentre la "concordia" y que llegue a Nicaragua la "reconciliación".
En rechazo a sus declaraciones veinte ex presidentes de América Latina enviaron una carta de protesta al Vaticano, impulsada por la Iniciativa Democrática de España y las Américas (IDEA).
"Nos preocupa el llamado de Su Santidad a la concordia, ya que, en el contexto actual, puede entenderse ello como un pedido a los pueblos que son víctimas para que se acuerden con sus victimarios", señala el texto.
"La expresión de Su Santidad, que la sabemos dicha de buena fe y guiada por su espíritu de pastor, está siendo interpretada de un modo muy negativo por las mayorías de Venezuela y Nicaragua. Sobre todo, por cuanto no existe, actualmente, en dichos países, un diferendo político que reclame de entendimiento, tolerancia, entre fuerzas encontradas con narrativas distintas, dentro de una democracia normal o deficiente que hoy lamentablemente no existe en estos", añade.
Sin embargo, el Sumo Pontífice ha vuelto a hacer oídos sordos ante quienes criticaron su postura y declaraciones con respecto a la grave situación que atraviesan ambas naciones.
“Pienso particularmente en la amada Nicaragua, cuya situación sigo de cerca, con el deseo de que las distintas instancias políticas y sociales encuentren en el diálogo el camino principal para empeñarse por el bien de toda la nación”, dijo este este lunes 7 de enero.
Recalcó, además, que “la Santa Sede no busca interferir en la vida de los Estados”, y que su pretensión es “ponerse al servicio del bien de todo ser humano” y “trabajar por favorecer la edificación de sociedades pacíficas y reconciliadas”.
En relación con Venezuela, volvió a pedir que “que se encuentren vías institucionales y pacíficas para solucionar la persistente crisis política, social y económica”.
“Vías que consientan asistir, sobre todo, a los que son probados por las tensiones de estos años y ofrecer a todo el pueblo venezolano un horizonte de esperanza y de paz”, agregó.
“¡Nunca jamás guerra! ¡Es la paz,la paz, la que debe guiar el destino de los pueblos y de toda la humanidad!”, enfatizó.
El Sumo Pontífice,, por otra parte,agradeció este lunes a Colombia y a otros países del área por la creciente aceptación de migrantes venezolanos.
¿Qué opinas?
COMENTARArchivado en: