Marco Rubio ha escrito, por tercera vez en menos de un mes, sobre el acuerdo entre la Federación Cubana de Béisbol y la MLB, esta vez para refutar un artículo que califica de venganza su actitud.
Un texto publicado en Axios asegura que cuando se trata de las relaciones entre Cuba y Estados Unidos "el deseo de castigo y venganza a menudo prevalece sobre las consideraciones prácticas y humanitarias", y cita directamente las presiones de Marco Rubio para revocar el acuerdo.
El artículo argumenta que "El acuerdo es idéntico a los que MLB ha hecho con las federaciones de béisbol japonesas, coreanas y chinas, y recibió elogios de los cubanos que han jugado profesionalmente en los Estados Unidos".
A esa alusión personal directa el senador cubanoamericano ha respondido en Twitter. "Mis objeciones al trato de MLB con el régimen de #Cuba no tienen nada que ver con la consulta 'venganza'. ¿Venganza por qué? Y es falso escribir que este acuerdo es como los otros países. Otros países no son los dueños de los jugadores y el tráfico como una mercancía".
Entre los comentarios a la publicación, varios nortemericanos le ha pedido que deje ya de ocuparse del tema Cuba y que atienda al cierre parcial del Gobierno de Estados Unidos.
El pasado mes de diciembre Marco Rubio se sumó a las críticas emitidas por Mario Díaz-Balart y aseguró que pediría al Departamento de Estado y a la Casa Blanca que revisaran el acuerdo que alcanzaron la MLB y las autoridades cubanas.
"He pedido al Departamento de Estado y a la Casa Blanca que revisen el acuerdo que permite al régimen cubano llevar a cabo el tráfico, patrocinado por el estado, de jugadores de béisbol", escribió entonces Marco Rubio.
"A diferencia de Japón y México, el régimen controla los deportes y el Departamento de Estado debe emitir una sentencia en ese sentido", añadió.
A finales de mes, Marco Rubio se pronunció por segunda vez en Twitter sobre el tema. Calificó entonces el acuerdo de "ilegal e inmoral" y se mostró esperanzado de que el presidente Donald Trump o el Departamento de Estado de EE.UU. intervengan para vetarlo definitivamente.
"La legalidad del reciente acuerdo entre la MLB y la Federación Cubana de Béisbol se basa en que (el presidente) Obama gobernó que la federación no está controlada por el gobierno cubano", escribió. "Esto no es solo un hecho incorrecto, es una farsa y estoy trabajando para que se anule lo antes posible", añadió.
"Bajo este acuerdo: - la Federación de Béisbol controlada por el gobierno cubano obtendrá el 20% del valor total de cada contrato de Grandes Ligas firmado por un jugador cubano", escribió Rubio. "El régimen impondrá un nuevo impuesto sobre la renta a las ganancias de los jugadores, a pesar de que el ingreso se gana jugando en los EE.UU."
El senador por Florida considera que se trata de una disposición que se inclina de un solo lado, en tanto permite a la Federación Cubana de Béisbol cobrar tarifas a los equipos que deseen contratar a jugadores cubanos.
La Federación Cubana de Béisbol (FCB) presentará a sus mejores talentos a las franquicias de la liga estadounidense y firmarán desde la Isla, obteniendo el Inder un 25% de las ganancias del contrato.
Precisamente ese punto despertó también la inquietud de "El Duque" Hernández, quien aseguró no entender por qué las autoridades cubanas se iban a quedar con ese porcentaje de cada jugador cuando el resto de los países solo se queda con el cinco.
Hecho público el pasado 19 de diciembre por la Major League Baseball y por las autoridades deportivas cubanas, el acuerdo, válido por tres años, ha sido valorado por las autoridades de la MLB y de Cuba como una forma de "terminar con el peligroso tráfico de jugadores cubanos".
"Creemos que este acuerdo cumple con ese objetivo y permitirá que la próxima generación de jugadores cubanos persiga su sueño sin soportar muchas de las dificultades que enfrentan los jugadores cubanos actuales y anteriores que han jugado en las Grandes Ligas", dijo el Comisionado de Béisbol de la Liga Mayor Rob Manfred.
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