CÚCUTA, Colombia/UREÑA, Venezuela 24 feb (Reuters) - El presidente de Colombia, Iván Duque, pidió el domingo intensificar el cerco diplomático contra Nicolás Maduro y, aunque descartó una intervención militar, previó más deserciones de efectivos de las fuerzas de seguridad que reconocen a Juan Guaidó como mandatario legítimo de Venezuela.
Duque visitó los principales puentes fronterizos de Colombia con Venezuela, un día después de que Maduro bloqueó el ingreso de toneladas de alimentos y medicinas de ayuda humanitaria destinada a los más necesitados y al menos dos personas murieron en violentos choques con uniformados en el límite con Brasil.
"La comunidad internacional tiene la obligación de arreciar el cerco diplomático, porque una dictadura que es capaz de quemar medicamentos y alimentos para atender a las personas indefensas en su territorio es la demostración más grande de la brutalidad que está dispuesta a cometer para preservar el poder" , dijo Duque a periodistas.
En los enfrentamientos decenas de personas resultaron heridas el sábado en Venezuela, en medio de intensos choques entre fuerzas de seguridad y manifestantes que presionaban por el ingreso de ayuda humanitaria.
El Grupo de Lima se reunirá el lunes en Bogotá para analizar lo que sucedió con el bloqueo de la ayuda, en un encuentro en el que participará Guaidó, quien se autoproclamó presidente interino de Venezuela en enero y ha recibido el reconocimiento de Estados Unidos y de varios países de América Latina y Europa.
Cerca de un centenar de efectivos de las fuerzas de seguridad de Venezuela desertó y pasó a territorio colombiano en las últimas horas para reconocer a Guaidó como el presidente legítimo de su país.
"Son decenas de militares venezolanos que han llegado a nuestro territorio a jurarle lealtad a Juan Guaidó y creo que eso también es la demostración del efecto dominó que se viene en Venezuela", aseguró Duque.
"Lo importante aquí es el cerco diplomático y no dejarnos llevar a discursos belicistas", respondió Duque cuando se le preguntó si contemplaba una opción militar para poner fin a la crisis en Venezuela.
Colombia ordenó el cierre por dos días de los pasos fronterizos con Venezuela, en la zona del departamento de Norte de Santander, para inspeccionar las condiciones de seguridad de los puentes.
Ante la ayuda colombiana a la oposición, Maduro rompió totalmente las relaciones diplomáticas con Bogotá.
Los alimentos y medicinas que no pasaron a Venezuela como estaba previsto fueron almacenados de nuevo en un centro de acopio ubicado en la ciudad de Cúcuta y Duque dijo que se esperaría un "mejor momento" para intentar nuevamente su envío.
Guaidó, quien aseguró el sábado que regresará a Venezuela el lunes tras participar en la cita del Grupo de Lima, pidió en las últimas horas a la comunidad internacional mantener abiertas "todas las opciones" para resolver la crisis en su país.
En la localidad fronteriza venezolana de Ureña, "la guardia dice que nos vayamos a casa, que no van a abrir", dijo Lilibeth Medina, de 29 años, mientras observaba cómo hombres extraían el cobre y metales de un bus quemado el sábado por desconocidos y del que aún salía humo. El metal es vendido como chatarra, una forma de generar ingresos adicionales.
"La gente amaneció hoy con mucha rabia. Esto es horrible, si no abren la frontera no podemos trabajar, yo trabajo en el puente, vendo agua, malta, cigarros y golosinas", agregó.
El cierre "está mal porque todo lo que van a pasar (en ayuda) se necesita, yo estoy en espera de una operación y no hay la córnea para mi operación", dijo Auriner Blanco, de 38 años, trabajadora informal que vende dulces y material de reciclaje.
Al impedir el paso entre los dos países "los que sufrimos somos los que estamos de este lado de la frontera" en Venezuela, dijo Eduardo Velásquez, de 55 años, empleado de una venta de empanadas. Los insumos para el local se compran en Colombia y lo que tiene actualmente alcanza para tres días.
"Dependemos de lo que compramos en ´La Parada´ (en Colombia). Esto es insostenible, el gobierno armada ataca a un pueblo desarmado", agregó Velásquez en Ureña.
En un comunicado difundido en Twitter, el gobierno de Brasil condenó la violencia usada por el gobierno venezolano para impedir el ingreso de la ayuda, calificándolo de "brutal atentado" y pidiendo a la comunidad internacional que se una a los esfuerzos para "liberar" a la nación sudamericana.
Mientras tanto, el coronel del ejército brasileño George Feres Kanaan dijo a Reuters el domingo que dos soldados de la Guardia Nacional venezolana desertaron a Brasil la noche del sábado y se unieron a unos 60 oficiales militares que desertaron en Colombia.
Por su parte, el gobierno del estado brasileño fronterizo de Roraima, dijo en un comunicado de su Secretaría de Salud que su hospital general ha recibido hasta ahora a 18 pacientes venezolanos, la mayoría en estado grave y con lesiones provocadas por arma de fuego.
Reporte de Nelson Bocanegra, reporte adicional de Luis Jaime Acosta, en Bogotá, de Mayela Armas en San Antonio y Anggy Polanco en Ureña, Venezuela, de Ricardo Moraes y Pablo Garcia en Pacaraima, Brasil. Editado por Vivian Sequera, Fabián Cambero y Javier Leira.
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