El exiliado cubano Antonio Bascaro, prisionero desde hace 39 años en Estados Unidos por tráfico de marihuana, ya tiene fecha para salir en libertad, pero ahora teme ser deportado, informó la agencia Efe.
Bascaro, quien fue piloto de la Fuerza Aérea Cubana y participó en la invasión de Bahía Cochinos en 1961, saldrá el próximo 8 de junio de la Institución Correccional Federal (FCI) de Miami.
Considerado el preso con más tiempo en ese país por ese delito, Bascaro no es ciudadano norteamericano, reveló a Efe su hija, Myra Bascaro, de 53 años.
El nombre del reo es usado frecuentemente por quienes desean despenalizar la marihuana en Estados Unidos.
A su favor se han realizado infinidad de colectas, recogidas de firmas y peticiones de clemencia. Ahora, su hija pretende reunir 150.000 firmas en la plataforma Change.org para solicitar un indulto al presidente Donald Trump; ya cuenta con casi 110.000.
Según la web Pow420.com, cuyo objetivo es acabar con la prohibición del cannabis, el cubano es un héroe, "un octogenario con un récord intachable de buen comportamiento", en prisión "desde el 21 de febrero de 1980, salvo 45 días en que estuvo en libertad bajo fianza durante el juicio de 1982. Todo esto nada más que por marihuana".
"No hubo violencia, no hubo cocaína y no tenía un historial delictivo previo" al ser condenado a 60 años de cárcel.
Para su hija Myra, Bascaro es la persona que ha pagado "la mayor condena por un primer delito no violento de marihuana" solo por haberse negado a ser un "chivato".
"En aquellas épocas era la guerra contra la droga y a las personas que no colaboraban simplemente les metían lo máximo para castigarlos y arrastrarlos hasta donde pudieran para forzarlos a que hablaran", explicó.
Después de la fallida invasión a Bahía Cochinos, Bascaro marchó a Guatemala, donde le detuvieron por delitos relacionados con el tráfico de marihuana proveniente de Colombia que se transportaba a Florida.
En el juicio en Estados Unidos lo sentenciaron a 60 años de cárcel, pena que fue reducida después por buen comportamiento.
Hace dos años fue operado de la espalda y ahora camina con un bastón.
A su salida de prisión irán a recibirlo su hija Myra, junto a dos hermanos: uno que también es piloto y vive en Dubai, y otra que vive en Guatemala.
"Hemos estado toda nuestra vida: el próximo año, la próxima Navidad, el próximo cumpleaños…", dijo Myra, ansiosa porque su padre pueda compartir con sus ocho nietos en libertad y no sea deportado a Cuba.
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