Una cubana que lleva cuatro años tratando de que se haga justicia por la muerte de su hija y su nieta recién nacida, al fin ha logrado que las autoridades reconozcan que ambas murieron por negligencia médica.
Isabel C. Cabello L., de 60 años, perdió a su hija Beatriz Bia Cabello López, de 18 años, y a su bebé Sinaí Pozo Cabello, debido a la mala atención que recibieron en el Hospital Materno Mariana Grajales, de Santa Clara.
La pequeña murió el 15 de febrero de 2015, y su madre unos días después, el 5 de marzo. Beatriz dejó una niña que en aquel entonces tenía solo tres años.
Ahora, tras años de denuncias, Isabel recibió una carta del doctor Alberto Álvarez Fumero, jefe del Departamento Materno Infantil del Ministerio de Salud Pública, en la que reconoce que hubo negligencia en el desempeño profesional de quienes la atendieron.
Isabel publicó una imagen de la misiva en su cuenta de Twitter. El documento está escrito a mano y muchas palabras no se entienden. Sin embargo, sí se puede apreciar claramente la frase “se corroboró incumplimiento de parte de la atención a la emergencia obstetricia” y más adelante “paciente de alto riesgo”. Al final del texto, hay una X marcada junto a la respuesta: Con razón.
Isabel había pedido ayuda en varias ocasiones. Según ella, su caso llevaba varios años en la Fiscalía General sin solucionar, a pesar de que ella había aportado las pruebas originales.
En su opinión, sólo han estado intentando ayudar al doctor Álvarez Fumero y a su departamento.
Lamentablemente esto no es lo único que le ha tocado sufrir a Isabel Cabello. En varios tuits, ella denuncia que estaba de misión en Venezuela, y tras las demandas interpuestas por el fallecimiento de su hija y su nieta, sus jefes arbitrariamente decidieron de súbito enviarla de regreso a Cuba, y no le permitieron llevar nada de lo que había comprado para ella y para su nieta mayor.
“Me lo quitaron todo los jefes de la misión, ni los juguetes ni lo de la escuela me dejaron traer”, dijo.
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