Mas de 2 mil cubanos se concentran por estos días en la ciudad de Juárez mientras esperan su turno para entrevistarse con las autoridades de migración de Estados Unidos, algo que ha cambiado la dinámica de la ciudad mexicana, donde algunos hablan ya de la existencia de una “colonia cubana” o una “pequeña Cuba”.
Además de los que están ubicados en diferentes albergues y centros religiosos, algunos ciudadanos de la Isla se hospedan en hoteles u hostales de la ciudad e intentan hacer una vida relativamente normal, mientras esperan que llegue su número en la lista para ser llamados por la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos (CBP), en el puente internacional Paso del Norte.
A pesar de que en principio Estados Unidos figura como el destino ideal y soñado de todos los migrantes, aquel por el que en varios casos han atravesado diversos países y no pocos sinsabores, algunos cubanos han declarado que si nos les aprueban la solicitud de asilo político, se quedarán en Juárez.
“Juárez no es nada de lo que nos habían dicho, dicen que es una ciudad mala, que era violenta, que mataban y esas cosas, pero nosotros nos sentimos más seguros aquí que en Cuba y si Estados Unidos no nos da el asilo nos queremos quedar aquí a trabajar, nosotros salimos de Cuba para trabajar”, aseguró un cubano a un medio local.
“Nos encanta Juárez, si nos dan residencia nos quedamos en Juárez. El único problema es que son caras las rentas”, aseguró otra pareja que dejó a sus hijos en Cuba con la intención de reclamarlos luego.
No obstante, en Juárez se concentran por estos días muchas historias y también formas muy diferentes de asumir la espera.
Un reportaje local en días atrás mostraba a varios cubanos jugando dominó en un albergue, lo que despertó críticas entre varios internautas mexicanos que dijeron ser “ellos” los que pagaban con sus impuestos las alimentación de los cubanos albergados.
Sin embargo, lo cierto es que también hay varios cubanos que ya han sido empleados en diversos negocios de la zona, bien porque ya no hay espacio para ellos en los albergues o porque prefieren trabajar para poder costearse sus gastos y disfrutar de mejores condiciones en un hotel.
Así ocurre con varios cubanos que desde hace varios días trabajan en el restaurante El Mariachi, ubicado en la avenida Juárez, donde se puede leer anunciado afuera “Comida criolla cubana”.
Dentro los cocineros y también muchos de los clientes son cubanos, en busca de los frijoles negros y la sazón de la Isla.
Es tal la repentina influencia de los cubanos en la zona que, aunque se trata de un restaurante de comida mexicana, los platos más ordenados en El Mariachi por estos días son el arroz congrí y el fricasé cubano.
De los 10 mil migrantes que han arribado a la ciudad en los últimos cinco meses, entre el 60 y el 70 % son cubanos.
A ello se suma que, de las más de 3.200 personas que esperan su turno para ingresar a Estados Unidos, unos 1.200 se encuentran en albergues e iglesias, mientras que el resto son cubanos que se hospedan en hoteles del centro de la ciudad.
Todos los entrevistados por El Diario de Júarez aseguran haber salido de Cuba en busca de libertad y de una mejor vida para ellos y para los suyos que quedaron en la Isla.
En los últimos días, la Casa del Migrante y otras instituciones religiosas y caritativas de Juárez han insistido en que no tienen capacidad para albergar a más migrantes.
Sin embargo, la realidad revela que no deja de incrementarse la cifra de cubanos que esperan su turno para entrevistarse con las autoridades de migración de Estados Unidos como solicitantes de asilo.
Algunos migrantes alojados en parroquias o centros religiosos ayudan en la limpieza de la iglesia y de las áreas verdes de los alrededores como forma de retribución a la ayuda recibida.
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