El pasado 19 de febrero una grúa del Estado que intentaba derribar una fachada en mal estado en la calle 27, entre Avenida 56 y 58 del Parque Martí, en Cienfuegos, le destrozó por accidente la casa a un vecino de este barrio. "Luego del derrumbe, se quebró todo: tuberías de agua y drenaje", asegura.
Como publicó CiberCuba, cuando el afectado se acercó al Gobierno local a pedir materiales para arreglar su vivienda le dijeron que se apañara con lo que había caído al suelo porque no iban a ayudarlo.
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Ha pasado un mes y este vecino ha iniciado la reconstrucción de su vivienda por sus propios medios, pero los arreglos exigen un esfuerzo económico que él no se puede permitir sin ayuda del Estado. Aún le queda parte del techo de la casa destrozado y lo que antes era su hogar, ahora no invita al descanso.
Lo peor es que la acera de la casa, que se encuentra en una zona declarada Patrimonio nacional, se ha quedado a medio hacer. Vinieron obreros del Estado, abrieron la calle y así la dejaron: sin reparar.
La grúa que le tumbó la casa a este vecino abandonado por las autoridades de Cienfuegos llegó cinco años después de solicitada. La habían pedido para derribar la edificación colindante que estaba en mal estado.
"El más afectado fue un señor que tenía su cuarto apartamento en la parte de arriba, pegado al edificio derruido y todo cayó abajo. Ahora tiene que vivir en un cuarto sin pared frontal al aire libre, pasando frío y las autoridades del Gobierno le han dicho que recupere lo que pueda del derrumbe, que con eso levante su casita".
El problema, añade una persona cercana al afectado por el derrumbe, es que al momento llegó una turba de gente y se llevó los ladrillos que cayeron al suelo. "El Gobierno ha dejado a este señor sin casa", concluye.
Ahora este vecino con serios problemas para reconstruir su vivienda se pregunta por qué sí hay materiales de construcción para los afectados por el tornado en La Habana y no los hay para él, que es un damnificado de las chapuzas estatales.
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