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Tras los chubascos registrados en la tarde noche de este lunes los vecinos de Santa Clara volvieron a escuchar las inconfundibles sirenas de los carros de bomberos, y tuvieron la certeza: la lluvia provocaba otro derrumbe en la ciudad.
Esta vez fue el antiguo hotel Roosevelt, ubicado en la intersección de las calles Maceo e Independencia (Boulevard) el que sufrió la fractura de sus marquesinas y algunas afectaciones en su estructura, según la evaluación preliminar de los especialistas.
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Afortunadamente no hubo que lamentar la pérdida de vidas humanas, sin embargo, en este minuto no están exentas del riesgo las 12 familias que habitan el viejo edificio catalogado desde hace tiempo en riesgo de derrumbe.
Según el reporte dado a conocer por la emisora santaclareña CMHW, se desplomaron las marquesinas del edificio y los especialistas analizan otras afectaciones que pudiera haber sufrido el inmueble, que se vio estremecido por las intensas lluvias del lunes.
Al momento de redactar esta nota continuaba cerrada la calle Maceo en su tramo más céntrico, lo cual ocasiona gran congestión en la circulación citadina, toda vez que el parque Vidal se halla cerrado también con motivo de acoger el ya inminente inicio de la feria del libro en la provincia.
Por si esto fuera poco además se encuentran cerradas otras vías de la ciudad a causa de labores constructivas o derrumbes, como es el caso de la céntrica calle Cuba, a partir de los dilatados y postergados trabajos constructivos en el hotel Florida, y la calle Rafael Lubián por otro derrumbe acontecido hace meses hace atrás en la esquina comprendida entre esta arteria y la calle Marta Abreu.
En la propia calle Marta Abreu se produjo un sonado derrumbe en julio pasado cuando cayó un edificio en ruinas, que afectó viviendas cercanas y vehículos turísticos que se encontraban estacionados en las inmediaciones del lugar. Y hace solo tres días, también en Marta Abreu se desplomó el techo de otra vivienda ubicada entre Rafael Lubián y Alemán, contigua a los talleres de ETECSA.
“Ya esto se ha vuelto cotidiano”, explica una santaclareña, refiriéndose a la periodicidad con que se desploman los edificios de la urbe. “Puedes ponerle el cuño, cada vez que llueve o hay un vientecito se viene abajo algo. Hasta que no tengamos que lamentar algún fallecido no van a tomar medidas preventivas, lo único que hacen es cercar el derrumbe o cerrar la calle, para ver cuando lo arreglan. Santa Clara parece una ciudad enlatada”.
Y no es menos cierto, una veintena de edificios del casco histórico se encuentran ahora mismo clausurados con paneles metálicos, lo que indica que son sometidos a procesos de demolición o reconstrucción. No obstante, son muchos más los inmuebles que manifiestan un estado crítico, con riesgo de desplomarse de un momento a otro. Lo peor es que buena parte de esos inmuebles, como es el caso del antiguo hotel Roosevelt, se encuentran habitados.
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