El ex boxeador y prisionero de conciencia Albert Portuondo Álvarez ha salido este lunes de la cárcel de máxima seguridad de Boniato, en Santiago de Cuba, luego de más de dos años de castigo por su activismo político en Cuba.
Fue encarcelado en el 2016 después de que manifestara su agradecimiento a la Unión Patriótica de Cuba (UNPACU) en un programa radial en vivo de la emisora santiaguera Radio Baraguá.
Cuando estaba cerca de cumplir su pena de dos años, la policía política le sumó 8 meses adicionales por no ceder ante la presión de esta instancia para que abandonara las filas de la UNPACU, organización a la que pertenece Albert Portuondo.
Ahora ha sido puesto en libertad y “no se arrepiente de nada”. El púgil le cuenta a Diario de Cuba unas horas después de dejar la cárcel cómo fue la experiencia de ser un prisionero político:
"Es un mecanismo cruel, criminal, donde maltratan, humillan, torturan a los reos indefensos. Muchas veces los dejan sin ropa, sin zapatos, los torturan físicamente, esposados, crucificados, y los golpean sin límite. La alimentación es denigrante. En varias ocasiones, lo que sostenía a la población penal era un huevo hervido, arroz blanco y agua de sopa."
Su caso ha sido legalmente “fabricado”, afirma este activista, como el de tantos otros presos de conciencia en la Isla.
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