El vicepresidente cubano, Roberto Morales Ojeda, informó en la comisión de Salud y Deporte de la Asamblea Nacional sobre la necesidad de estabilizar la producción de 699 medicamentos y disminuir la creciente cifra de medicinas faltantes en Cuba.
Morales Ojeda indicó -en declaraciones recogidas por el diario estatal Granma- que los esfuerzos giran en torno a brindar una cobertura que supere los 30 días "para aquellos prescriptos en farmacia en la tarjeta-control", y precisó que “la aspiración” es que se puedan alcanzar los 120 días de cobertura para “no incurrir en faltantes”.
Entre las medidas tomadas por el Ministerio de Salud Pública y la empresa encargada de la producción, BioCubaFarma, se encuentra la renegociación de los créditos y el incremento de los montos financieros para la compra de materias primas en el mercado internacional, que es la fuente principal de la crisis.
Otras medidas giran en torno a la reevaluación de la producción de medicamentos, con el fin de retomar la elaboración de algunos que se han estado importando y que se podrían producir en la Isla.
Potenciar la medicina natural y tradicional es otra de las líneas de trabajo anunciadas, y en ese sentido industrias de BioCubaFarma asumirán una gama de productos naturales para vender en las farmacias.
Morales Ojeda declaró que "el amor y la ternura en el trato con el público no necesitan de insumos", y llamó a que los trabajadores de las farmacias refuercen sus “dosis de comprensión para entender las necesidades de quienes acuden a comprar un medicamento”.
“Es inadmisible que en la farmacia haya una amplia cola y una sola persona despachando en el mostrador”, precisó.
También ha anunciado la capacitación de los trabajadores de la farmacia, la reparación y mantenimiento algunos locales, y el propósito de crear redes digitales entre los establecimientos que permita saber dónde hay un medicamento.
En Cuba más de 3.300.900 personas reciben 85 medicinas por el denominado tarjetón. En medio de una grave crisis por la poca disponibilidad de medicamentos en la red de farmacias de la Isla, está circulando un listado de alternativas con las que se pretende sustituir más de un centenar de fármacos cuya fabricación o entrada al país no se estabilizará al menos en los próximos meses, por ser considerados prescindibles.
El documento, que se ha ido difundiendo de modo informal en la comunidad médica cubana y al que no hizo referencia el vicepresidente, se titula “Medicamentos ATC* para el CBM 2019 con alternativas terapéuticas y opciones de la Medicina Natural Tradicional”, y recoge los 138 medicamentos, de ellos 16 importados y 122 de producción nacional, que son de baja prioridad.
A los llamados fármacos “desplazados”, aquellos que el país no elaborará o comprará más en lo adelante, se unen esos 138 medicamentos, en los que “no hay ninguno de tarjeta de control”.
Actualmente dentro de los 757 medicamentos (casi todos hechos en Cuba) que componen el Cuadro Básico de Medicamentos (CBM) hay 619 medicamentos prioritarios, “que no pueden faltar”, y esos 138, que “en algún momento pudiéramos no tener”.
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