Un equipo conformado por especialistas del Instituto de Meteorología, el Centro Meteorológico Provincial de Camagüey y otras instituciones ha dado a conocer nueva información relacionada con el poderoso tornado que afectó a La Habana el 27 de enero.
Para el doctor en Ciencias, Mario Carnesoltas Calvo, coordinador de la investigación, “el origen del fenómeno natural y su notable intensificación, obedeció a la interacción simultánea de situaciones meteorológicas excepcionales a diferentes escalas atmosféricas”, según refiere un artículo publicado por Granma.
Según ha precisado el científico, la presencia de una vaguada favoreció la aparición de una baja extratropical en las inmediaciones de la península de Yucatán, que generó la formación de un frente frío.
“Por delante de dicho sistema se gestó una activa línea de tormentas eléctricas que cruzó sobre las provincias de Pinar del Río, Artemisa, La Habana y Mayabeque (...) produciendo a su paso tormentas locales severas con vientos en rachas superiores a los cien kilómetros por hora y caída de granizos”, según el explicó el experto.
También aseguró que antes de la formación del tornado se formaron varios vórtices de diferentes dimensiones.
“Uno de esos elementos empezó a intensificarse y devino en la fuente fundamental de energía que hizo crecer rápidamente la nube de embudo por encima del referido vórtice. Esto pone de manifiesto que a diferencia de lo estimado en un inicio, el tornado parece haber tenido su punto de origen en tierra”, resaltó el doctor Carnesoltas.
Se estima que el torbellino tuvo su origen en las inmediaciones del Reparto Martí y el Casino Deportivo, aproximadamente a las 8 y 20 de la noche. Luego se fue trasladando en dirección este-nordeste, y 26 minutos más tarde salió por un punto de la costa norte, específicamente en el barrio de Celimar.
El tornado se trasladó a una velocidad de 46 km/h, tuvo una franja de afectación que llegó a alcanzar los 350 metros de diámetro y la intensidad se comprobó que tuvo vientos estimados del orden de los 300 km/h. Esto lo clasifica como un tornado EF4 en la escala Fujita-Pearson mejorada.
Concluye el doctor Mario Carnesoltas, que “la ocurrencia de tan devastador tornado, sin precedentes conocidos hasta la fecha en la zona urbana de la capital, condiciona la necesidad de profundizar en el conocimiento de tan peligrosos fenómenos naturales”.
Según cifras oficiales el fenómeno natural dejó un saldo de 4 muertos y 195 heridos. Se reportaron 1238 afectaciones en la vivienda, de ellas 347 derrumbes totales de casas y techos.
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