El Gobierno de Honduras estableció un acuerdo con la administración de Donald Trump para convertirse así en un “tercer país seguro” exclusivamente para cubanos y nicaragüenses, lo que implica que quienes deseen solicitar asilo en Estados Unidos deberán antes hacerlo en esa nación centroamericana.
Un reporte publicado por el diario La Prensa reveló detalles de un acuerdo que fue concretado en la visita realizada por el presidente hondureño, Juan Orlando Hernández, a la Casa Blanca.
Se dijo que en un primer momento no se hizo pública toda la información, ya que las partes acordaron que se trataba de información sensible; sin embargo, el medio de prensa hondureño logró acceder a los documentos y acuerdos tomados, para luego hacerlos públicos.
Aunque el Gobierno de Hernández aseguró que el encuentro había sido para “mejorar la seguridad y abordar la migración irregular” así como “investigar y procesar a los involucrados en la organización de violaciones masivas de la ley de inmigración y tratas de personas”, los verdaderos motivos eran otros, según el reporte de La Prensa.
En una rueda de prensa, el presidente de Honduras dejó entrever que el acuerdo realmente está destinado a contener el masivo flujo migratorio que protagonizan en ese territorio tanto cubanos como nicaragüenses, información que fue revelada por una fuente anónima consultada por ese medio de prensa.
El silencio ha mediado en este tema porque el Gobierno de Honduras teme que el asunto genere cierto rechazo por parte de los “opositores políticos y simpatizantes con Cuba y Venezuela”.
Para disminuir su impacto mediático acordaron que se manejaría con el nombre de Acuerdo de Cooperación en Materia de Asilo, pero que en la práctica se trata de un “acuerdo formal” de tercer país seguro, similar al que se llegó con México y Guatemala, agregan.
En otras palabras, los cubanos y nicaragüenses que lleguen a territorio hondureño deberán tramitar desde allí su solicitud de asilo político.
Sin embargo el propio canciller hondureño, Lisandro Rosales, aseguró en su cuenta de Twitter que las conversaciones sostenidas “no contemplan a Honduras como un tercer país seguro”, agregando que “la agenda se enfoca en seguridad regional, promoción de inversiones y oportunidades y programas de empleo temporal que promuevan una migración regular, segura y ordenada”.
Las estadísticas dadas a conocer por las propias autoridades de Honduras revelan que el 57 por ciento de los inmigrantes irregulares que entraron al país son de origen cubano.
Las nuevas medidas migratorias dictaminadas por Trump pusieron en vigencia desde el pasado 16 de julio que todo aquel extranjero que entre o intente entrar en Estados Unidos de manera irregular y no haya solicitado protección en un tercer país no será elegible para asilo.
¿Qué opinas?
COMENTARArchivado en: