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El activista político cubano Ramón Saúl Sánchez anunció este jueves que el Departamento de Inmigración y Ciudadanía de Estados Unidos (USCIS) le denegó el recurso de apelación interpuesto en su proceso de solicitud de residencia permanente.
“Es verdaderamente un momento de tristeza, pero estoy en paz y convencido en que he hecho lo que debía hacer como cubano comprometido con la suerte de mi país", dijo Sánchez en entrevista con CiberCuba.
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La decisión de USCIS, comunicada en una carta de dos páginas, pone al líder del Movimiento Democracia más cerca de una posible deportación a Cuba. Pese a vivir en Estados Unidos desde hace 52 años, cayó en un limbo legal en 1986, cuando su parole como refugiado le fue retirado.
Los criterios de la negativa a la solicitud de residencia repiten los antecedentes de Sánchez, quien cumplió cuatro años y medio de prisión por negarse a testificar ante un jurado de instrucción sobre las acitividades anticastristas de sus compatriotas exiliados, así como su papel protagónico en la organización de flotillas hacia Cuba y la realización de huelgas de hambre para protestar por decisiones del gobierno estadounidense.
Sánchez, de 65 años, reveló a CiberCuba que el próximo paso será pedir asilo político, con la representación del abogado de inmigración Willy Allen.
"Confiamos en la justicia de Estados Unidos y llevaremos el caso de Ramón Saúl Sánchez ante un tribunal de inmigración", dijo Allen, quien adelantó que ha solicitado ya una audiencia para presentar el caso.
Las posibilidades de apelación del caso ante USCIS quedaron agotadas, pero la defensa puede acudir a una corte de inmigración, bajo la jurisdicción del Departamento de Justicia. La realización de la audiencia judicial puede demorar hasta cinco meses.
Un juez de inmigración tiene la postestad para escuchar el caso de mi cliente y otorgarle asilo político o residencia legal, y ofrecerle protección o cancelar su deportación", consideró el abogado. "Tenemos una posibilidad de obtener justicia para Ramón Saúl, que ha tenido una conducta respetable en esta comunidad".
En julio el gobierno volvió a rechazar su solicitud de residencia, una medida que lo dejó automáticamente sin estatus migratorio en el país, y que puede implicar que quede sin documentación para trabajar en un plazo de 30 días.
En aquella ocasión tuvo el apoyo del exilio cubano en Miami, ciudad donde se ha labrado un prestigio tras años de activismo contra el régimen cubano. La Asamblea de la Resistencia Cubana pidió a las autoridades norteamericanas que reconsideraran su negativa de residencia permanente a “un hombre honesto, íntegro y decente, que ha defendido los derechos a la libertad del pueblo cubano, en consonancia con los más altos valores y principios democráticos de esta gran nación americana”, según el comunicado emitido.
Recientemente, el alcalde de la Ciudad de Miami, Francis Suárez, y la comisión del condado Miami-Dade emitieron sendan proclamas pidiendo al gobierno federal que conceda la residencia legal al activista.
Sánchez ya había recibido una primera negativa de su petición de residencia en 2002. En esa ocasión la agencia le sugirió en su respuesta que abandonara el país lo más pronto posible.
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