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En Cuba disfrutar del chocolate es un placer poco frecuente porque debemos priorizar la compra de otros alimentos de la canasta básica. Lo que en muchos lugares del mundo es un momento cotidiano, para los cubanos tiene más valor pues no se come esta delicia todos los días.
El 13 de septiembre es el Día Internacional del Chocolate
Esta fecha fue elegida en Francia, en 1995, pero rinde homenaje al escritor británico Roald Dahl, autor de la novela Charlie y la Fábrica de Chocolate. Este libro cuenta la historia de un niño que consigue visitar una mágica factoría chocolatera.
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En Estados Unidos la celebración fue acogida con agrado porque ese mismo día también nació Milton S. Hershey, el fundador y dueño de la mítica Compañía de Chocolates Hershey que se vincula a Cuba de un modo muy curioso.
Azúcar cubano para los Chocolates Hersey
El confitero y filántropo estadounidense Milton S. Hershey visitó Cuba en el año 1916. Quedó deslumbrado con la belleza de los paisajes y las posibilidades de producir azúcar para su industria de chocolates.
Trazó una estrategia a gran escala y volvió a la Isla con todo bien pensado. Tardó solo dos años en establecer su producción desde cero, en Cuba.
Hershey diseñó no solo un central azucarero, sino una comunidad idílica inspirada urbanísticamente en cánones de la Modernidad. Este batey singular se enclavó en Santa Cruz del Norte, cerca de La Habana, en una región privilegiada.
Al triunfar la Revolución, al Central Hershey le cambiaron el nombre y poco a poco el polvo del olvido ha caído sobre su comunidad. Sin embargo, aún quienes visitan la zona pueden advertir lo que otrora fue.
El chocolate en Cuba
Mucho se sabe de la historia del azúcar en Cuba y poco de nuestros chocolates. Si bien la Isla nunca ha sido una potencia en este tema, sí ha tenido fábricas importantes y mantiene una discreta producción de cacao en la zona oriental.
La primera fábrica de chocolate en Cuba se llamó La India y se fundó a inicios del siglo XX, en Santiago de Cuba. Otras factorías de igual período fueron La Española, Baguer, La Estrella y Armada. Eran chocolaterías de maestros franceses.
La mayoría de ellas estaban en Oriente, pues en Baracoa están las mejores plantaciones del país y se obtiene el 85% del cacao cubano. Allí se procesa el chocolate y se distribuye nacionalmente o para exportación.
El cacao tiene más de 2500 años de historia
Quienes primero lo cultivaron fueron los mayas. Esta cultura consideraba que el cacao era un alimento de los dioses. Su sabiduría se extendió al pueblo azteca que la desarrolló y creó algunas de las recetas más antiguas en las que lo combinaban con picantes y frutas.
Para estas culturas originarias de América, el árbol de cacao era un símbolo de abundancia y prosperidad. El fruto mide de 15 a 30 centímetros de largo y entre 7 y 10 de grosor. En su interior tiene semillas incrustadas en la pulpa que son los granos de cacao.
El chocolate que se obtiene del cacao tiene propiedades saludables. Es un gran reconstituyente, mejora la digestión e incluso hay estudios científicos que demuestran que despierta el apetito sexual y da vigor a quienes lo beben.
El cacao tiene diversos usos
Aunque el cacao es un fruto de Centroamérica, actualmente se cultiva en la región tropical del planeta. Los mayores productores son Costa de Marfil y Ghana, países pobres de África occidental.
Hay una alta demanda de chocolate en el mundo, pero algunos ambientalistas creen que su producción puede estar amenazada de cara al futuro por el cambio climático. El aumento de la temperatura del planeta afecta las plantaciones de cacao.
Este producto natural se utiliza en la cosmetología y en la industria alimenticia fundamentalmente. El chocolate está integrado a nuestra vida y a nuestros recuerdos, incluso, entre quienes no lo toleran o tienen la rara condición de no agradarle.
Los recuerdos cubanos con chocolate
No puedo cerra este texto sin mencionar tres delicias de chocolate que amamos los cubanos, los huevitos de colores, las africanas y los Peters, esas ricas tabletas que en una época podíamos comprar en cualquier mercado.
Para comerte un chocolate en Cuba, actualmente, tienes que renunciar a comprar otros alimentos indispensables en la canasta básica. Por tanto, pocos son los cubanos que pueden darse estos gusto y menos aún los que recuerdan el placer de dejar que se derrita en su boca un “besito” de Hershey.
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