Quien considere hoy que las “brillantes” ideas del entonces Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz, relacionadas con el uso de las plantas proteicas en la alimentación e industria farmacéutica, se dejan morir en el país que gobernó de forma dictatorial por casi 50 años, pues sepa que en Santiago de Cuba acaba de reabrir un restaurante cuyo plato principal es justamente una sopa aderezada con moringa, planta que ocupó la atención y “estudios científicos” del fallecido mandatario.
El uso de la moringa en el habla popular, en la culinaria y en la medicina como suplemento nutricional, son “herencias” que dejó Castro al pueblo cubano, un legado que hoy se mantiene en varios lugares, como por ejemplo en el único restaurante de comida vegetariana de esta ciudad del oriente de Cuba, llamado La Esperanza.
Se ubica en el centro de la urbe y propone un sopón de igual nombre, La Esperanza, con un precio de 4 pesos y, asegura la carta, es un exquisito plato acompañado con moringa y condimentado con especias frescas y subproductos cárnicos.
Aunque se le considera un restaurante vegetariano, de hecho se dice que es el único de la ciudad, realmente en su carta sobresalen más los productos cárnicos que los de origen vegetal, hecho que contrasta con la intención del sitio de apostar por la gastronomía especializada y crear una cultura alrededor de una culinaria más sana para el cuerpo humano.
La moringa en sí, aunque fue una idea que trató de introducir Fidel Castro en la dieta del cubano, en realidad no ganó adeptos en la población de manera general, pero sí uno más que otros lo sembraron en jardines o patios.
En la ciudad de Santiago de Cuba, lugar donde se encuentran las cenizas de Castro, la idea de introducir la moringa no quedó solo en las intenciones.
Se llegaron a realizar eventos científicos exclusivamente para hablar de las bondades de esta planta y donde investigadores ponderaron las propiedades de ese alimento, todo por orientaciones “superiores”, también se hicieron exposiciones de platos donde se usaban hojas, tallos, frutos y flores, y sí se ha empleado en la gastronomía, en varios sitios y momentos, y en lugares como los círculos infantiles se ha empleado.
Lo mismo que el noni, la moringa no tuvo aceptación de manera general, aunque la iniciativa, fruto de las reflexiones y del interés del entonces Comandante en Jefe por las fuentes proteicas vegetales, sí se investigó en la Empresa Laboratorio Farmacéutico Oriente, de Santiago de Cuba, donde se creó y produjo la tableta con alto valor nutricional y que, sin embargo, no se encuentra de manera habitual en las farmacias de la urbe, donde muchos ni la conocen a ciencia cierta.
En la práctica la moringa, igual que el noni, se ven sembrados en algunos patios y jardines de Cuba donde no son más que un ejemplo del anecdotario del pueblo, de su asimilación a veces de forma acrítica de las ideas que, aunque no le son afines, las asumen sin mucha voluntad de decir no, para luego no ser más que otro árbol ornamental con frutos pestilentes que ensucian el suelo.
¿Qué opinas?
COMENTARArchivado en: