En la calle San Lázaro, en La Habana, sobrevive ante los ojos de los peatones una de las tantas chapuzas que queda luego de un proceso inversionista en el área que supuestamente resolvería los problemas con el agua.
La denuncia viene desde la red social Twitter, a través de la cuenta de Camilo Condis, quien muestra una acometida de agua en medio de una acera, en un evidente proceso que nunca se terminó.
“Me da tristeza ver estas cosas”, dice el joven cubano a la vez que explica cuál es la utilidad de esta manguera que se luce en el paisaje urbano.
Según cuenta, “los vecinos deben enganchar un ladrón de agua en las noches para hacer llegar el agua a sus tanques”.
La manguera parece solucionar el problema de déficit de agua de los vecinos del lugar, no como debe ser, sino con esta alternativa criolla que desde hace años se ha vuelto común entre muchos cubanos.
Aquí el problema no es solo la terminación sin estética, sino la incapacidad de abastecer del fundamental líquido por parte de las autoridades y empresas locales a una comunidad de vecinos.
La falta de agua en La Habana es un problema pendiente. En la capital se vio reducido el abasto del líquido a causa de roturas en las redes de suministro. Sin embargo la situación se vuelve más crítica por los constantes salideros de agua que son reportados y que no se solucionan de manera eficaz.
Para el 2020 las autoridades del Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos (INRH) de Cuba tienen pensado aumentar las tarifas de agua “con vistas a fomentar una conciencia del consumo y eficiente”.
¿Qué opinas?
COMENTARArchivado en: