Carta de la madre de Paloma a CiberCuba: "Yo estuve ahí mientras se moría frente a mis ojos, y nadie sabía qué hacer"

CiberCuba reproduce íntegramente, por su importancia, una comunicación que nos hiciera llegar la madre de Paloma Domínguez, desde el exilio en México a donde ella y su esposo debieron huir por presiones del aparato cubano.

Fotomontaje de Paloma en la página de Facebook de su madre (izq). Yaíma Caballero (der.) © CiberCuba
Fotomontaje de Paloma en la página de Facebook de su madre (izq). Yaíma Caballero (der.) Foto © CiberCuba

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Este artículo es de hace 5 años

La madre de la niña Paloma Domínguez Caballero, fallecida como consecuencia de una complicación luego de recibir una vacuna en Cuba, ha querido expresarles a los lectores de CiberCuba sus sentimientos, ideas y reacciones, después de leer las conclusiones publicadas a última hora de este viernes por el Ministerio de Salud Pública cubano.

Desde México, a donde se vio forzada a emigrar a causa de las amenazas y presiones contra ella y su esposo, para que dejaran de denunciar la muerte de Paloma, Yaíma Caballero ha enviado el siguiente texto:


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Mis padres me llamaron para decirme que los habían citado en el MINSAP el jueves por la tarde. Como siempre ellos, los responsables, apareciendo luego de mis denuncias.

Esta última denuncia había sido la más delicada de todas, la que comprometía realmente sus modus operandi ante cualquier persona que exija justicia y respuestas ante hechos como estos, amenazar y tratar de callar nuestras bocas, cosa que no han podido hacer conmigo ni lo harán a pesar de que confieso que sí tuve un poco de miedo a represalias. Por eso nos fuimos mi esposo y yo.

Con respecto a la supuestas “conclusiones” que ellos nos dan, estamos muy lejos de estar conformes y mucho menos de pensar que al fin logramos que se hiciera justicia. No encuentro ningún sentido en lo que dicen porque les hicieron saber a mis familiares que el bulbo de la vacuna no ha aparecido y creo yo que en cualquier crimen hasta que no se encuentra el arma homicida, o el instrumento, no se puede llegar a ninguna conclusión.

Estamos claros de que lo acontecido fue solo en nuestra área de salud, lo cual siempre nos hizo pensar y estar seguros de que allí, en el policlínico Betancourt Neninger, estaba la causa o el causante de la muerte de nuestra hija.

Desde los primeros días de ese suceso, supimos que la enfermera estaba bajo custodia cautelar en su vivienda, y además que ella no quería o no podía decir que fue lo que realmente pasó de su propia boca.

Los primeros culpables en la cadena de responsabilidades no los conozco, al menos sus nombres no salen en esta nota. Nosotros no conocemos de protocolos médicos ni qué medidas se violaron para acabar con la vida de mi niña.

Si fue solo mala manipulación, pues sí estaríamos muy claros de que la única responsable fue la enfermera, ¿pero cómo se demuestra eso?

Lo de la bacteria sí está probado porque en los exámenes que se les hacen a las niñas afectadas coinciden, hasta ahí estamos claros. Que la vacuna no estaba vencida ni en mal estado, pues también está claro, eso fue lo primero que nos hicieron saber, pues había sido aplicada a miles de niños ese mismo lote y no había sucedido nada.

Pero yo insisto, ¿dónde está ese bulbo mal conservado según el cual dicen que hubo mala manipulación? No encuentro coherencia entre lo dicho y lo hecho.

Por favor, que algún especialista me haga saber si estoy equivocada, yo estoy muy lejos de saber cómo funciona dicha investigación, pero tengo mis dudas y no estamos conformes para nada con la respuesta que nos dan.

A mi hija me la mataron, eso sí es un hecho, más que confirmado y probado. Ahora ¿qué es lo que sigue? Encarcelan a la enfermera y ellos se aseguran de que no suceda otro hecho como este en unos 50 años más, y lamentan mucho que haya sucedido algo así. Es todo de su parte. Yo sigo sin entender.

¿Quién nos devuelve la vida? Éramos los padres más amorosos y cuidadosos que jamás hayan conocido, con el mayor respeto hacia todos los padres que están leyendo esto. Quien nos conoció como familia puede dar fe de ello. ¿Qué sigue? ¿Cómo podemos conformarnos con que la hayan matado por una negligencia médica y ya? Pasa mucho más de lo que se imaginan en Cuba, muchas muertes por descuidos y falta de higiene, y todo lo que ya ustedes conocen.

Entonces, ¿quién les asegura a las personas que están viendo todo esto que el MINSAP va a tratar de hacer lo imposible por mejorar las condiciones en los hospitales y policlínicos para que no sucedan más hechos como este? ¿Quién nos asegura que, a lo mejor y en el hospital adonde la llevé, no actuaron de forma inmediata y por eso sucedió todo?

Las otras dos niñas, gracias a Dios, están en sus casas, y la mía falleció. A pesar de tener muchos especialistas a su alrededor el primer día de su estado crítico, ¿quién nos asegura que no podían haber hecho más? Para eso existen las investigaciones independientes en todo el mundo. Nosotros no tenemos de eso.

Todas estas dudas más tengo yo, la mamá de Paloma Domínguez Caballero, en mi cabeza dando vueltas todos los días. Yo estuve ahí todo el tiempo, junto a ella mientras se moría frente a mis ojos, sin que nadie supiera qué hacer. Hay muchos procedimientos en los que no me permitían estar, pero sí estaba segura de que iba a fallecer por la forma en la que se deterioró tan rápido.

Es muy triste para nosotros tener que vivir ahora sin ella, sin nuestra familia, nuestro hogar, amigos, muy lejos y solos en este momento tan difícil. Solo les puedo decir que no me cansaré de seguir gritando que se haga justicia para ella y para que esto no suceda nunca más en ese país lleno de orgullo, ese orgullo que no los deja mirar hacia abajo, que es donde está el pueblo, solo miran hacia arriba, que es donde está el mundo que les interesa.

(Yaíma Caballero, madre de la niña Paloma Domínguez Caballero - México, Noviembre 9, 2019)

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Ernesto Morales

Periodista de CiberCuba


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