Vídeos relacionados:
El presidente de Bolivia Evo Morales renunció este domingo a su cargo en medio de la aguda crisis política que paralizó al país las últimas tres semanas y llegó a su punto culminante hoy con la confirmación por la OEA de la existencia de "graves irregularidades" en las elecciones generales del pasado 20 de octubre.
Medios locales aseguran que el mandatario habría abandonado el país rumbo a Argentina, donde solicitaría asilo. De acuerdo con la Fuerza Aérea Boliviana, previamente fue solicitado un plan de vuelo para que el avión presidencial tuviera permitido sobrevolar el espacio aéreo.
Lo más leído hoy:
Morales hizo pública su renuncia a las 16.51, en una alocución televisiva al pueblo boliviano, transmitida en vivo por varios medios locales. "Estoy renunciando, enviando mi carta de renuncia a la Asamblea Legislativa", afirmó Morales en su mensaje. Junto a él también anunció su dimisión el vicepresidente Álvaro García Linera.
En la mañana de este domingo, el líder indigenista había aceptado convocar a nuevas elecciones, presionado por un informe difundido en la madrugada por la Organización de Estados Americanos (OEA) en el que señalaba que había encontrado "irregularidades" en los comicios de octubre, señala la agencia Reuters.
"He decidido renovar la totalidad de los vocales del Tribunal Supremo Electoral y convocar a nuevas elecciones generales. Todos tenemos la obligación de pacificar Bolivia", dijo Morales en una conferencia de prensa, pero el llamado fue rechazado por la oposición, que pidió su renuncia al igual que las Fuerzas Armadas.
El mandatario, que asumió el poder en 2006, había ganado las elecciones presidenciales del 20 de octubre, pero el conteo de votos se detuvo inexplicablemente durante casi un día, lo que provocó acusaciones de fraude y disparó protestas de la oposición, huelgas y bloqueos de carreteras, indica el despacho de Reuters.
El informe preliminar de la auditoría de los comicios realizada por la OEA plantea inconsistencias en el proceso electoral del pasado mes. "Se encontraron irregularidades, que varían desde muy graves hasta indicativas. Esto lleva al equipo técnico auditor a cuestionar la integridad de los resultados de la elección del 20 de octubre pasado", explicó el organismo en un comunicado de prensa en el que también habló de "manipulación".
De acuerdo con el documento, resulta "estadísticamente improbable" que, pese a ganar los comicios, Morales haya obtenido los 10 puntos porcentuales necesarios para evitar un balotaje con el liberal Carlos Mesa, líder de la alianza política Comunidad Ciudadana, quien resultó segundo. Una vez difundido el informe, la Fiscalía General de Bolivia ordenó la investigación de los miembros del Tribunal Supremo Electoral.
Horas después, tanto el jefe de las Fuerzas Armadas como el comandante general de la Policía de Bolivia solicitaron a Morales que dimitiera ante las presiones por el fraude electoral, pedido que se sumó al realizado durante las últimas semanas por la movilización ciudadana encabezada por el dirigente cívico del departamento oriental de Santa Cruz, Luis Fernando Camacho, y su homólogo potosino, Marco Pumari.
"Luego de analizar la situación conflictiva interna, pedimos al presidente del Estado que renuncie a su mandato presidencial permitiendo la pacificación y el mantenimiento de la estabilidad, por el bien de nuestra Bolivia", dijo el comandante general de las Fuerzas Armadas, Williams Kaliman.
Morales había acusado a la oposición en varias oportunidades de intentar un golpe de Estado en su contra y un líder opositor lo acusó de dictador, mientras que las Fuerzas Armadas aseguraron este sábado que no se enfrentarían con el pueblo, precisan reportes de medios locales.
Oponentes del presidente, principalmente Mesa y Camacho -el líder civil de la ciudad de Santa Cruz que se convirtió en un símbolo de la oposición- habían pedido reiteradamente la renuncia de Morales.
Mensaje de renuncia
Luego de casi 14 años en el poder, el mandatario boliviano cedió ante la presión de tres semanas de protestas contra sus intentos de reelegirse y tras perder el apoyo de las Fuerzas Armadas y la Policía.
Sin embargo, en su pronunciamiento culpó a los opositores de la desestabilización del país. "Estamos dejando a Bolivia con soberanía e independencia de Estado [...] con dignidad e identidad del pueblo boliviano", aseguró, y explicó que decidió renunciar para que el excandidato Carlos Mesa y el opositor jefe del Comité Cívico de Santa Cruz, Luis Fernando Camacho, "no sigan persiguiendo a mis hermanos, dirigentes sindicales [...] para que no sigan quemando las casas" de funcionarios públicos, y para que dejen de "secuestrar y maltratar" a los familiares de los líderes indígenas.
"No es ninguna traición. La lucha sigue. Somos pueblo", manifestó el saliente jefe de Estado, tras lo cual calificó de notable el nivel de desarrollo alcanzado por el país durante su gobierno, a la par que condenó a los grupos oligárquicos que "conspiran contra la democracia".
Según Morales, era su "obligación, como primer presidente indígena y presidente de todos los bolivianos, buscar esta pacificación. Espero [que] Mesa y Camacho hayan entendido mi mensaje".
Por su parte, el vicepresidente García Linera, quien también dimitió, renunció a su vez como presidente nato de la Asamblea Legislativa, argumentando que no deseaban "restablecer el orden constitucional en base a la sangre y al fuego", tras lo cual aseveró que "el golpe de Estado" se había "consumado".
Morales anunció su dimisión desde Chimoré, en el departamento de Cochabamba, de donde se presume que momentos después partió en el avión presidencial hacia Argentina, acompañado del vicepresidente y otros colaboradores cercanos, según la prensa local. Sin embargo, durante su pronunciamiento había asegurado que retornaría a la zona del trópico de Bolivia. "No tengo por qué escaparme [...] no he robado a nadie nada", recalcó entonces.
Tras su salida del poder, continúa la incertidumbre y la convulsión social en varias ciudades de Bolivia.
Previo y posteriormente a su dimisión, se produjo también la renuncia de varios políticos en la línea de sucesión al cargo y permanece la incertidumbre sobre el Gobierno boliviano.
El expresidente boliviano y candidato a las elecciones de octubre, Carlos Mesa, celebró el "fin de la tiranía", en alusión a la renuncia del mandatario Evo Morales y del vicepresidente del país, Álvaro García Linera.
"A Bolivia, a su pueblo, a los jóvenes, a las mujeres, al heroísmo de la resistencia pacífica. Nunca olvidaré este día único. El fin de la tiranía. Agradecido como boliviano por esta lección histórica. Viva Bolivia!!!!!", escribió Mesa en Twitter.
Archivado en: