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El periodista independiente Ricardo Fernández Izaguirre, quien fue detenido este martes tras ser citado por la policía política de Camagüey, fue liberado un día después, pero seguirá acusado de “usurpación de funciones legales por hacer periodismo”, según reveló a Radio Martí.
El activista explicó que permaneció en Villa María Luisa, sede de la Seguridad del Estado en la provincia agramontina, encerrado un calabozo sin ventanas en el que “hacía un calor enorme”. Todo el tiempo estuvo iluminado por un bombillo, por lo que “no se sabía si era de día o de noche”.
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Periódicamente lo llevaban a una sala donde lo amenazaban, y le decían que estaría allí “hasta que a ellos les diera la gana”.
Acerca del cargo que se le imputa, los oficiales le aclararon que la acusación “todavía está en proceso” y que seguirán investigando.
Su esposa, Yusleysi Gil Mauricio, relató que el martes un agente le comunicó que Fernández Izaguirre podría estar hasta “cuatro días incomunicado” antes de que su caso pasara a la Fiscalía.
Otros tres policías le dijeron también que un testigo sería trasladado desde Nuevitas al municipio cabecera para que declarara en contra de su pareja, en un proceso basado en el artículo 149 del Código Penal, sobre la usurpación de la capacidad profesional.
Fernández Izaguirre es colaborador del portal 14ymedio y de la revista La Hora de Cuba. Como en otras ocasiones, su detención fue condenada por la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) en un comunicado suscrito por su presidente Christopher Barnes, y por el presidente de la Comisión de Libertad de Prensa e Información, Roberto Rock, quienes afirmaron que “este nuevo encarcelamiento evidencia que la represión del régimen continúa, tal como denunció la organización en su asamblea general de octubre en Miami”.
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