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La canciller del gobierno interino de Bolivia, Karen Longaric, anunció este viernes la ruptura de las relaciones diplomáticas con Venezuela.
Según la ministra, la decisión se basa en que ciudadanos de ese país vinculados con la embajada han estado “atentando contra la seguridad interna” de Bolivia, lo cual definió como una “violación de normas diplomáticas”.
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Longaric precisó que se expulsará a todo el personal diplomático del gobierno de Nicolás Maduro que estaba acreditado en La Paz.
“Se les dará un plazo para que abandonen el país, por haberse involucrado en asuntos internos del Estado”, dijo.
El anuncio se dio a conocer poco después de que la propia ministra de Relaciones Exteriores informara que el gobierno cubano retornaría a la Isla a 725 médicos, colaboradores y funcionarios que se encuentran en Bolivia.
La canciller reveló al diario El Deber que su homólogo cubano, Bruno Rodríguez Parrilla, le comunicó que “para evitar mayor fricción”, Cuba retiraría a su personal durante los próximos días, hasta el miércoles.
Por otra parte, el jueves se conoció el arresto de cuatro cubanos por incitar a protestas en la nación sudamericana. Los detenidos llevaban en mochilas unos 90 mil dólares (unos 700 mil bolivianos), que serían presuntamente usados para fines de movilización política, detalló la policía.
El nuevo gobierno boliviano, instaurado tras la renuncia de Evo Morales, ha decidido también retirarse de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA), además de cesar a un 80% de sus embajadores.
“El escenario del ALBA no nos interesa para nada”, aseguró Longaric.
También el jueves la nueva titular de Comunicación, Roxana Lizárraga, dijo que la actual administración, presidida por Jeanine Áñez, no reconoce a Nicolás Maduro como presidente de Venezuela, sino al líder opositor Juan Guaidó.
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