El realizador y escritor cubano Eduardo del Llano se despidió en Madrid de Nicanor O´Donnell, personaje que desde el 2004 ha protagonizado 15 cortos de ficción y que al decir de su propio creador, refleja la sociedad cubana y las problemáticas que se viven en la isla.
El preestreno de Dos veteranos, a pocos días de competir en el Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano de La Habana, fue pretexto para que también se reencontrara con amigos, admiradores y cubanos residentes en España que llegaron hasta la sede de la Sociedad General de Autores y Editores (SGAE) con el fin de protagonizar el suceso.
Pero si Eduardo del Llano se despide, al menos en el cine, de Nicanor ¿qué será lo siguiente en su obra audiovisual?"
"Voy a seguir haciendo comedia. Es lo que más me gusta a mí y el género donde me siento más a gusto", confesó a CiberCuba el realizador, quien adelantó que tiene en mente una producción donde pretende hacer una revisión irónica y satírica de la Campaña de Alfabetización, ocurrida en los primeros años de la Revolución cubana.
"Que haya terminado Nicanor no significa que haya cambiado la tesitura", confiesa, a la vez que asegura que su personaje no va a a morir, porque continuará presente en su obra escrita, como el libro El enemigo, que también presentó en la velada madrileña y que algunos de los presentes se llevaron a casa.
"Por supuesto, voy a extrañar al equipo, lo que salía de ahí", se refiere fundamentalmente a los actores con los que ha trabajado durante todo este tiempo: Luis Alberto García, Néstor Jiménez y todos aquellos que formaron parte de la aventura cinematográfica. Seguirá trabajando con ellos en futuros proyectos, lo cual le permitirá no detenerse en la nostalgia, nos dice; y aunque confiesa que va a extrañar a Nicanor, cree que va a sobrevivir a eso.
Por su parte el actor cubano Vladimir Cruz estuvo a cargo de la presentación, donde habló de lo que ha significado la obra del cineasta, y en especial de su personaje, para la sociedad de la isla.
"Eduardo pudiera estar contento de lo que ha significado esta serie de cortometrajes, este proyecto tan único para el cine cubano", comentó Cruz, quien realmente pone en duda la afirmación de hecha por su director, de que esta vez en verdad es el fin del ciclo audiovisual que ha entregado durante los últimos 15 años.
Algunos de los asistentes también opinaron sobre el sentimiento que les provoca saber que esta es la despedida cinematográfica de Nicanor.
"Ha estado muy pendiente de ese sentir y esos detalles que conforman la sociedad cubana contemporánea" considera el actor Fidel Betancourt, y aunque no sabe hacia dónde se pueda desplazar la obra de Eduardo en el futuro más inmediato, sí considera que puede ser "representativa de la picarezca cubana y de la necesidad de contar nuestra realidad".
Un futuro distópico, donde Cuba vive una democracia capitalista, es el escenario que permite el desarrollo de la trama de Dos veteranos. Es ciencia ficción y casi nunca este género ha adivinado lo que está por venir, dice su autor, a la vez que menciona los valores humanos de esos personajes que ha desarrollado en su imaginación. Se trata de hombres y mujeres del mañana que miran con nostalgia lo que ya no es.
Un lenguaje universal, un conflicto que no solo se circunscribe a la isla, una posible vía para los años que están por llegar, es la realidad que Eduardo del Llano ha escogido para despedirse de la versión cinematográfica de Nicanor. Si es cierto o no, solo el destino, que nunca está escrito, podrá tener la última palabra.
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