En las últimas semanas ha habido un creciente número de pacientes en Santiago de Cuba hospitalizados por dengue.
“Caemos como moscas”, asegura Loyda, una santiaguera del reparto de Altamira, en Santiago de Cuba. Ella, sus dos hijos y esposo, estuvieron ingresados por sospecha de dengue el pasado mes de noviembre, diagnóstico que fue confirmado días después.
“Y mis vecinos, y otros parientes, y somos de diferentes barrios de la ciudad, pero es que hay tanto dengue y mosquitos, que no importa donde vivas, igual lo coges”, dice.
Su testimonio lo corrobora una médica, que prefiere mantener el anonimato, pero asegura que desde el pasado 31 de octubre abrió la antigua Escuela de Trabajadores Sociales, lugar que es utilizado cuando existe en la ciudad una epidemia de dengue “callada”.
“En mi sala, hasta hace par de días y desde el 31 de octubre, se han ingresado más de 5300 pacientes, y es solo en la mía, hay unas cuantas más que se abren o se cierran en dependencia de la cantidad de pacientes”, explica la galena santiaguera que ahora sigue un régimen de guardia de 24 horas y descansa 72.
“Un por ciento bien elevado salen con un diagnóstico positivo de dengue, aunque la mayoría no han tenido complicaciones, solo unos pocos”, agrega la doctora.
Desde hace muchos años, las epidemias de dengue en Santiago de Cuba se controlan de manera callada, aunque todos saben cuándo la cosa está mala pues los hospitales no dan abasto y se habilitan otros lugares para acoger a los enfermos.
“El hospital de Grillo, antigua Escuela de Trabajadores Sociales y el campamento de pioneros cercano a la Granjita Siboney, son los que en estos casos de epidemia interna se habilitan para ingresar a todo paciente con síndrome febril inespecífico”, explica la doctora.
Sin embargo, otra lectura entre líneas que también corrobora que en Santiago de Cuba hay ahora mismo una epidemia interna o “callada” es un reporte del propio periódico oficialista que en una de sus ediciones más recientes reconoció que “la alta infestación por el Aedes Aegypti continúa siendo uno de los mayores problemas de salud de Santiago de Cuba”.
También se explica que hoy circulan dos variantes del virus del dengue, enfermedad que se alerta puede presentarse en su forma clínica básica o hemorrágica, que es potencialemnte letal.
Se añade que “el índice de infestación que presenta la provincia es bastante elevado, lo cual implica un alto riesgo para la salud de la población” y más adelante se dice que los municipios de Santiago de Cuba, Palma Soriano, Contramaestre y San Luis tienen los índices de focalidad más complejos, aunque no se dan cifras.
La información del periódico también señala que afectan el trabajo para disminuir los índices de focalidad, la constante negativa de la población de permitir que se fumiguen las viviendas, además de botar el abate en los depósitos de agua.
Sin embargo, lo que no aclara el rotativo es que ha sido constante el descontrol de los recursos que se emplean en la campaña, que casi nunca se completan las plantillas y que la falta de combustible ha afectado las fumigaciones.
Tampoco se enfatiza en la enrome cantidad de microvertederos que hoy existen la ciudad, también como consecuencia de la falta de combustible, además de que en casos de epidemia, como ahora, no se suspenden fiestas populares de ningún tipo que implica el traslado de personas a la urbe.
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