La Empresa Municipal de Comercio y Gastronomía de Cabaiguán, en Sancti Spíritus, anunció que prohibirán la venta de las cervezas Mayabe y Cacique en paladares y cafeterías particulares.
Carlos Puente Molina, funcionario de ese municipio, precisó a un medio local que las citadas cervezas solo se podrán vender en las unidades estatales, “con el propósito fundamental de evitar su desvío y con ello elevar los niveles de satisfacción del pueblo”. No precisó hasta cuándo se aplicará la medida.
La Empresa de Comercio y Gastronomía de ese municipio anunció también que se prepara para garantizar la venta de alimentos y productos por fin de año, y ello incluye la venta adelantada -desde el 27 de diciembre- de “la canasta familiar normada”, correspondiente a enero.
También indicaron que en la comercialización de las cervezas, refrescos y otras bebidas se priorizarán las cenas destinadas a la población, los parques infantiles, las terminales y puntos de embarque del transporte de pasajeros.
La medida adoptada por las autoridades del municipio espirituano hace renacer la polémica en torno a medidas punitivas contra los cuentapropistas, además de que reduce "los niveles de satisfacción del pueblo" solo al ámbito estatal y excluye el privado.
A mediado de julio, medios oficialistas de la Isla ya cuestionaron el precio de la cerveza en bares, cafeterías y restaurantes privados, aunque no hicieron referencia a que el mercado estatal (único lugar en el que los cuentapropistas pueden adquirirla) comercializa el producto a un precio que de por sí ya es elevado.
Algunos cuentapropistas y consumidores recordaron entonces que los trabajadores por cuenta propia siguen careciendo de un mercado mayorista en el que puedan comprar la cerveza a un precio menor. También aludieron al pago de impuestos, salario a los empleados, electricidad y, en muchos casos, alquiler de los locales, que acaban influyendo en los precios a los que comercializan sus productos.
En el transcurso de 2019, autoridades municipales y provinciales cubanas han tenido facultad para topar los precios. El Gobierno cubano anunció desde mediados de año la aparición de precios topados a alimentos y bebidas en cada provincia del país, en aras de evitar la inflación ante el anuncio -hecho por Díaz-Canel en junio- del aumento del salario medio y el estancamiento de la productividad.
En declaraciones a la agencia AP, en agosto, el economista cubano Ricardo Torres declaró que topar precios no es la solución a la crisis que atraviesa el país. "La historia nos dice que los controles de precios no son buenos, pueden permitir controlar un desequilibrio a muy corto plazo, pero no son el remedio sostenible a largo plazo", declaró Torres.
"El problema de Cuba es de producción", concluyó.
Varios meses después de esas declaraciones, las autoridades de Cabaiguán han ido más allá, y directamente ha prohibido la venta de cervezas en paladares y cafeterías particulares.
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