El balneario turístico de Varadero contará con 1.000 nuevas habitaciones en 2020, pese a que el arribo de visitantes internacionales a Cuba continúa en picada, según los últimos datos de la Oficina Nacional de Estadísticas (ONEI).
Ivis Fernández Peña, delegada del Ministerio del Turismo (Mintur) en Matanzas, anunció este viernes la construcción de los nuevos hoteles en las zonas del Oasis y de Los Taínos, los cuales aumentarán la capacidad hotelera del territorio, que actualmente supera las 22.000 habitaciones distribuidas en 52 instalaciones.
El gobierno espera cerrar 2019 con un millón 800 mil visitantes en la famosa playa, lo que sería una cifra similar a la alcanzada el pasado año. La funcionaria declaró en octubre a la agencia Prensa Latina que en agosto habían conseguido llegar al millón. No obstante, un reporte de ese mismo medio de prensa del 20 de agosto, cifraba la cantidad en 910 mil turistas.
Pese al aumento de las campañas por parte de las autoridades cubanas para promover el destino Cuba como ideal para disfrutar de unas vacaciones de ensueño, Cuba alcanzó los cuatro millones de visitantes internacionales en diciembre y no en noviembre, como sucedió en 2018.
Al cierre de octubre habían llegado a la Isla un total de tres millones 563 mil visitantes desde enero, lo que supone 303.929 turistas menos que en el mismo periodo de 2018. Ello significa que la caída de visitantes fue del 7.9%.
Durante los primeros diez meses del año solo crecieron en número dos emisores: la comunidad cubana residente en el extranjero, que se incrementó en un 4,6% y Rusia, con un 20% más de viajeros. Ello reafirma que de momento no ha dado frutos el creciente interés del gobierno por atrapar al turismo procedente de Europa.
Las ausencias más sentidas son las de los visitantes norteamericanos, cuyos viajes a Cuba han decrecido en un 13.3 %, debido en gran parte al aumento de las restricciones de la administración de Estados Unidos para viajar a la Isla, especialmente la prohibición de las excursiones de compañías de cruceros y embarcaciones de recreo. Una situación que podría agravarse tras la suspensión, a partir de este 10 de diciembre, de los vuelos regulares de aerolíneas comerciales a Cuba a aeropuertos que no sean el de La Habana.
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