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Argentina confirmó este miércoles el estado de refugiado a Evo Morales, justo después de que la fiscalía de Bolivia emitiera una orden de arresto contra el expresidente por los delitos de “terrorismo” y “sedición”.
El estatus que le concede a Morales el gobierno de Alberto Fernández, impide “cualquier posibilidad de extradición”, indicaron fuentes oficiales a la agencia EFE, luego de que los detalles sobre el progreso de la solicitud permanecieran ocultos a la luz pública.
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Sin embargo, la Dirección Nacional de Migraciones precisó que el pedido fue resuelto a favor del ex mandatario, tras iniciarse el pasado 12 de diciembre a su llegada al Aeropuerto Internacional de Ezeiza en Buenos Aires. Significa que, a partir de ahora, la actual administración argentina de centroizquierda considera al líder del Movimiento al Socialismo (MAS), un “perseguido político”.
La semana pasada el canciller argentino, Felipe Solá, aseguró que, para la concesión de dicho estatus, Morales debería fijar un domicilio en el país. Por su lado, la Guía de la Comisión Nacional para los Refugiados, un organismo suscrito al Ministerio del Interior que estudia las peticiones, aclara que las personas que obtienen la condición no serán “devueltos, expulsados o extraditados al país donde su vida, integridad, libertad o seguridad estén en peligro”.
El Gobierno interino en Bolivia, encabezado por Jeanine Áñez, presentó a la fiscalía en la ciudad de La Paz, una denuncia contra Morales por delitos como terrorismo, acusado de incitar la violencia en el país andino. Incluso, se presentó un audio en que presuntamente el exmandatario daba indicaciones a líderes campesinos de cercar ciudades.
Evo Morales llegó a Argentina después de una breve visita a La Habana por razones médicas. Anteriormente, había permanecido bajo el amparo de López Obrador en México, tras su salida del territorio boliviano por presiones de las fuerzas armadas que el líder del MAS denuncia como Golpe de Estado.
Desde Buenos Aires, Morales lanzó mensajes a través de su cuenta de Twitter, lo cual fue señalado por el gobierno interino de Bolivia como una violación a las condiciones del asilo político en la nación austral.
Pero días después, en una entrevista al periódico local La Nación, el jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, aseguró que los derechos de Morales a realizar declaraciones políticas durante su estadía en el país, no estaban regulados.
Este martes, en redes sociales, el ex mandatario se mostró convencido de la victoria de su partido durante las elecciones de 2020, al tiempo que pidió la observación de “organismos internacionales confiables” en los comicios. Con anterioridad, había sostenido encuentros con integrantes del MAS en la capital argentina, luego de que el grupo lo eligiera para dirigir su campaña electoral.
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